Miembros del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y SIRIA (ISIS) atacaron esta madrugada la refinería de Baiji, la principal del país, que se ubica a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad, en una nueva escalada de violencia sectaria en el país.
Los insurgentes del ISIS atacaron la planta de hidrocarburos con fuego de mortero, mientras que las tropas del gobierno iraquí bombardearon bases de apoyo de los extremistas sunitas, informó la agencia “All Irak”.
Hace una semana los extremistas de ISIS, sunitas, tomaron la ciudad de Mosul en el norte de Irak. Ahora se encuentran a apenas unas decenas de kilómetros de Bagdad, donde se enfrentean a las tropas del gobierno y a los voluntarios chiitas, que se han alistado masivamente como voluntarios para intentar frentar su avance.
PIDE UNIDAD
En tanto, el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, pidió hoy la unidad de todos los iraquíes. “Irak es una unidad de sunitas, chiitas, árabes y kurdos”, dijo Al Maliki en un discurso televisado.
El primer ministro subrayó que las fuerzas políticas del país enviaron un mensaje conjunto en la reunión que sostuvieron la noche del martes. Juntos hay que hacer frente al terrorismo, agregó.
DATOS
La ofensiva yihadista en Irak, un país minado por conflictos entre grupos étnicos y religiosos, pone de nuevo en peligro la estructura centralizada creada en 1920 y, según los analistas, el país sólo podrá sobrevivir en forma de federación.
En una semana, este país nacido de los escombros del imperio otomano ha visto como la insurrección sunita del oeste y el norte, la toma de control de los kurdos de la región petrolera de Kirkuk y los llamamientos a la guerra de los dirigentes chiitas volvían a poner en entredicho su unidad.
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