El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acude a la cumbre del G7, que comienza el domingo en Alemania, con el objetivo de presionar a sus socios europeos para que mantengan las sanciones a Rusia por la crisis ucraniana y de revisar la campaña de bombardeos aéreos contra el Estado Islámico.
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Obama partirá esta tarde de Washington para asistir a la cumbre con los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá, en la que también se abordará el estado de las negociaciones nucleares con Irán e, inevitablemente, la crisis de Grecia.
Será la segunda cumbre del G7 y sin Rusia, un país al que Obama quiere que el grupo hable “con una sola voz” mediante el mantenimiento de las sanciones por su “agresión” en Ucrania, según explicó esta semana el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia telefónica con periodistas.
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Por ello, Obama insistirá en “la importancia de mantener las sanciones a Rusia para incentivar la plena aplicación” de los acuerdos de paz de Minsk para poner fin al conflicto en el este de Ucrania, así como para disuadir a Moscú de “nuevas agresiones”, detalló Rhodes.
Además, “es importante que Rusia entienda” que habrá “consecuencias adicionales” si hay “más agresiones”, subrayó el asesor, para quien hay que dar “tiempo” a que las sanciones puedan motivar un cambio de actitud en el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
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“Lo hemos visto con Irán”, citó Rhodes como ejemplo al recordar que al régimen de Teherán le ha costado “años” sentarse a negociar sobre su programa nuclear y que eso ha sido posible por las sanciones impuestas a ese país.
Mientras, la política de Estados Unidos hacia Ucrania “no ha cambiado”, en palabras de Charles Kupchan, director para Asuntos Europeos de Obama, quien destacó sus principales pilares: la presión a Rusia y a los separatistas, y el apoyo financiero y de seguridad a Kiev.
A su llegada a Alemania a primera hora del domingo, Obama se reunirá con la canciller Angela Merkel y ambos mantendrán un encuentro con ciudadanos en la localidad bávara de Krün, cercana al castillo donde se celebrará la cumbre del G7.
Asimismo, Obama prevé reunirse con el primer ministro británico, David Cameron, para felicitarlo por su reciente reelección y revisar la “estrecha” cooperación bilateral en una amplia gama de asuntos globales, de acuerdo con la Casa Blanca.
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