Un niño mexicano de 11 años fue operado exitosamente para extirparle un enorme tumor que invadía su cuello, hombro y torso, en un caso que atrajo atención internacional y en el que funcionarios de Estados Unidos ayudaron al menor a recibir tratamiento en Nuevo México.
Kristean Alcocer, de la Primera Iglesia Bautista de Río Rancho, dijo en un comunicado que José Antonio Ramírez Serrano fue operado el lunes en el Hospital Infantil de la Universidad de Nuevo México (Estados Unidos). La cirugía tardó más de 12 horas y en esta participaron 25 profesionales médicos.
“El camino de la recuperación será largo, y aún hay muchos desafíos por delante para este muchacho”, dijo Alcocer, quien proporciona alojamiento a José mientras recibe atención médica.
Después de que la historia y las imágenes del niño se viralizaron en redes sociales, directivos de la iglesia reportaron un aumento en las donaciones para costear las cirugías.
A José se le diagnosticó linfangioma venoso en el hombro, y los médicos de la Universidad de Nuevo México le dijeron que tendría que someterse a varias cirugías y tratamientos para poder eliminar la acumulación de líquido.
Los padres de José han dicho que el tumor era tan grande que afectaba su capacidad visual. También comentaron que temían que se extendiera hasta el corazón. Los médicos dijeron que José aún necesita cirugías para reconstruirle el omóplato y para retirarle el exceso de piel.
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