España: Venta de penes de ciervos crece por demanda en Asia

En los últimos años, España se convirtió en uno de los más grandes exportadores de penes de animales en Europa, debido a la alta demanda proveniente de Asia. Entre los más pedidos está el miembro genital del ciervo, que termina convertido en un platillo de alto costo en restaurantes exclusivos de Pekín, Taiwan, Japón y Singapur.

“A los asiáticos, no sé por qué, les vuelven locos los penes”, afirmó Paco Polín, uno de los grandes exportadores de genitales españoles, al dar una respuesta sobre las razones del éxito en sus ventas. Más adelante, con más seriedad, comentó al diario español El Mundo que ello se debe a la creencia que estos platillos ayudan a mejorar el yang, la virilidad, según el taoísmo.

Las carnicerías españolas confirman el crecimiento en los últimos años de la venta de genitales de animales y detallan que también aumentó el negocio de las colas y tendones. Un cálculo no oficial cifra entre US$ 650,000 y US$ 850,000 por temporada las exportaciones totales de penes, producto de las 4,000 unidades vendidas.

Penes y testículos de ciervos, perros, chivos o burros son consumidos por los comensales asiáticos. Pero sin duda, el más pedido es el de ciervo, ya que sobre él recae la leyenda china de que al vivir rodeado de hembras, potencia su miembro viril adquiriendo la fuerza de hasta tres toros.

Los penes viajan congelados en cajas de cartón y deben de mantener un promedio de 30 centímetros de largo debido a las exigencias asiáticas. Cada uno es vendido a US$11 o US$13 y convertidos en platos especiales pueden llegar a costar hasta US$225.

“Comer penes es riquísimo y además puede dar más vigor al hombre”, comentó el chef pequinés Xiao Shan del Guolizhuang, la franquicia conocida por su gastronomía extrema –con locales en Pekín y EEUU– y en donde el menú de pene de ciervo es uno de los favoritos.

Según las recomendaciones del propio restaurante, el platillo no debe ser consumido por mujeres debido a que podría otorgarles una voz muy profunda y tampoco se permite la entrada de adolescentes menores de 15 años ante el temor que cause algún trastorno a su crecimiento, según recoge el diario español.