La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sobrevoló hoy las áreas del estado de Minas Gerais afectadas por las intensas lluvias y se dijo “impactada” por el desastre.
“Es impactante”, declaró la jefa de Estado, junto al gobernador de Minas Gerais, Antonio Anastasia, y otras autoridades de la región. También anunció más ayuda humanitaria para atender a las víctimas de las precipitaciones, que ya dejan 41 muertos en el sureste del país.
Minas Gerais, el estado natal de Rousseff, es junto con el vecino Espíritu Santo la región más golpeada por unas lluvias que comenzaron hace más de una semana. Inicialmente se informó de 45 muertos, pero las autoridades rebajaron hoy la cifra y reportaron unos 60,000 damnificados.
Rousseff, quien ayer se había desplazado a una playa del estado de Bahía para pasar unos días de descanso, interrumpió sus vacaciones y viajó hoy hacia Minas Gerais, donde sobrevoló en helicóptero algunas de las ciudades más afectadas.
La presidenta se dijo particularmente impactada con la dimensión del desastre en Virgolandia, una ciudad de unos 6,000 habitantes que quedó inundada después de los temporales, que desbordaron varios ríos.
Rousseff también anunció la liberación de recursos de emergencia para los municipios de Minas Gerais y Espírito Santo afectados por la lluvia.
Según informó la agencia oficial de noticias ABR, los recursos provendrán de la Defensa Civil nacional y los municipios beneficiados podrán acceder a ellos a través de una tarjeta electrónica con la que podrán pagar pequeños gastos de emergencia, como el arreglo de pequeños puentes o la compra de materiales necesarios para asistir a los damnificados.
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