Condenan a 302 años de cárcel al mayor pederasta de España

El mayor juicio por pederastia celebrado hasta ahora en España terminó hoy con la condena a 302 años de cárcel para el principal acusado, Fernando Torres Baena, un profesor de karate que abusó sexualmente durante años de sus alumnos.

La sentencia judicial califica al profesor de artes marciales de “depredador sexual” y lo condena por 35 delitos de abuso sexual y otros 13 de corrupción de menores.

Son abusos “sin precedentes en la historia jurisprudencial del país”, destacó la Audiencia de Las Palmas de Gran Canaria.

Torres Baena dirigía un gimnasio de artes marciales en Las Palmas de Gran Canaria, en el que durante cerca de 20 años abusó de medio centenar de personas. Algunas de sus víctimas tenían menos de 13 años. También perpetró estos abusos en una casa de su propiedad.

El tribunal condenó también a su esposa, monitora en el gimnasio, a 148 años de cárcel. Ella ejercía de cebo sexual, al igual que otra monitora condenada a 126 años de prisión. Un cuarto acusado fue absuelto.

El juzgado considera probado que Torres Baena desarrolló una serie de técnicas de manipulación sobre sus alumnos con las que los doblegaba, sometiéndolos “a relaciones sexuales indiscriminadas” en las que le “daba igual la edad o el sexo”. Levantó una estructura “marcial” y “jerarquizada”, en la que “nadie osaba discutirle”, señaló la Audiencia de Las Palmas.

El juicio por del llamado ‘Caso Karate’ arrancó en mayo de 2012 y concluyó en diciembre. A lo largo de esos meses, por él pasaron numerosos testigos que narraron los abusos sexuales que sufrieron siendo menores de edad. Algunos hablaron de tríos y hasta quintetos sexuales. Hubo menores que fueron desvirgados con menos de diez años. En su sentencia, la Audiencia de Las Palmas habla de “auténticas orgías”.

El tribunal destacó que los delitos cometidos por los condenados merecen “el máximo castigo” e instó al legislador a endurecer las penas para este tipo de casos ya que, según la ley española, Torres Baena y las dos mujeres pasarán un máximo de 20 años en prisión pese a la dimensión de las condenas que les fueron impuestas.