Con algo de suerte, en pocos días podremos disfrutar de una de las visiones más espectaculares del cielo nocturno en toda una generación. Los astrónomos esperan que el 3 de diciembre el cometa ISON aparezca en el horizonte hacia el este.
Si eso ocurre, durante todo el mes de diciembre millones de personas alrededor del hemisferio norte podrán ver cómo se extiende su cola a través del cielo antes del amanecer.
Ison viene desde la nube de Oort, un cinturón de cometas en el borde del Sistema Solar, dónde ha estado en los últimos 4,600 mil millones de años.
¿Por qué es especial? Porque es uno de los rasantes del Sol Kreutz, un grupo de cometas cuyas órbitas se acercan mucho al Sol, bautizados en honor al astrónomo Heinrich Kreutz.
Muchos cometas atraviesan el Sistema Solar cada década, pero pocos atraviesan la corona solar, la capa más externa de nuestra estrella. Ison hará precisamente eso el 28 de noviembre.
No se sabe con exactitud cómo reaccionará ante el calor y la fuerza gravitacional del Sol. El destino que le espera puede tomar tres caminos diferentes, dijo a la cadena BBC Matthew Knight, del Observatorio Lowell de Arizona (Estados Unidos).
1.- Desintegración: podría acabar como el cometa Lovejoy, que rodeó al Sol en 2011. La gravedad del astro atrajo un lado del núcleo del cometa más que otro, y lo dividió. *Cuando Lovejor emergió de la corona solar, explotó. *
¿Ocurrirá esto con ISON? Depende de su tamaño. Un núcleo de menos de 2 kilómetros corre un riesgo enorme. Los astrónomos estiman que el de ISON es de casi exactamente 2 kilómetros, así que está justo en el límite.
2-. Pérdida de la cola, brillo y masa: podría comportarse como el cometa Encke, también conocido como Matusalén por su avanzada edad cometaria (105 años), que ha orbitado alrededor del Sol unas 70 veces desde que fue observado por primera vez en el siglo XVIII.
Este cometa ya no tiene cola, ha perdido rápidamente su masa y se está apagando. Los científicos creen que para 2050-2060 dejará de ser cometa para convertirse en un simple asteroide. Aunque ISON se acercará al Sol solo una vez, Knight cree que podría sufrir el mismo destino.
3.- Supervivencia: hay un tercer escenario posible –el que mucha gente espera– y es que ocurra lo que mismo que con el cometa Ikeya Seki en 1965. Cuando este atravesó la corona solar, el calor incendió los gases en su núcleo profundo y unos días después emergió de la capa externa del Sol con una inmensa cola detrás. Millones de personas observaron maravilladas el gran espectáculo.
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