Un veterano marine británico fue condenado hoy a cadena perpetua por una corte marcial por el asesinato en 2011 de un insurgente afgano herido que había sido capturado.
El sargento británico Alexander Blackman, de 39 años, escuchó el veredicto un día después de que tres magistrados del Tribunal Superior de Londres levantaran una orden judicial que había garantizado durante el proceso el anonimato del militar, al que entonces se denominaba simplemente “marine A”.
El pasado 8 de noviembre, un tribunal militar de Wiltshire (suroeste de Inglaterra) declaró a Blackman culpable de la “ejecución” de ese insurgente en Afganistán.
El militar operaba en una patrulla en la provincia afgana de Helmand el 15 de septiembre de 2011, acompañado por otros dos uniformados, que fueron exculpados por la corte marcial.
Según imágenes grabadas accidentalmente por la cámara que uno de los tres militares llevaba en el casco, los tres encontraron y detuvieron en esa provincia al hombre, gravemente herido a consecuencia de un ataque perpetrado desde un helicóptero Apache, que respaldaba a la base británica.
Al anunciar su fallo, el juez dijo que Blackman “avergonzó el nombre de las Fuerzas Armadas británicas” y “puso las vidas de las tropas en peligro”.
“No se trató de una acción adoptada ‘en caliente’ durante la batalla o inmediatamente después de haber estado involucrado en una lucha”, señaló el magistrado, quien agregó que, tras haber visto las imágenes, el acusado no sufría “bajo ninguna amenaza inmediata” sino que estaba “en completo control” de sí mismo.
En la grabación se ve a Blackman disparando con una pistola al afgano y se le escucha diciendo a continuación: “Obviamente, esto no sale de aquí, colegas. Acabo de romper la Convención de Ginebra”.
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