El exjefe del organismo de represión política de la dictadura militar brasileña, el coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, sostuvo hoy que la actual presidenta del país, Dilma Rousseff, integró organizaciones “terroristas”, cuyo objetivo sería el de instalar en Brasil “una dictadura del proletariado”.
“Ella participó en organizaciones terroristas que tenían por objetivo implantar el comunismo”, sostuvo el militar retirado, al declarar ante la Comisión de la Verdad, que investiga los crímenes practicados durante el régimen dictatorial que gobernó el país sudamericano entre 1964 y 1985.
Rousseff integró, a partir de la década del 60, las organizaciones clandestinas Política Obrera (Polop), Comando de Liberación Nacional (Colina) y Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (Var-Palmares), y por esta razón fue arrestada y torturada durante el período en que permaneció en la cárcel, entre 1970 y 1972.
La Presidencia brasileña no comentó las declaraciones de Brilhante Ustra, alegando que todavía no tiene informaciones completas sobre su testimonio, y que más tarde decidirá si habrá o no una reacción.
El coronel retirado comandó el DOI-Codi –el organismo central de represión política de la dictadura– entre septiembre de 1970 y enero de 1974, y en octubre del año pasado fue denunciado ante la Justicia por cargos de ocultar el cadáver de un estudiante de 17 años, desaparecido desde el 5 de enero de 1972.
Brilhante Ustra se presentó hoy ante la Comisión de la Verdad con un “hábeas corpus” obtenido en la Justicia, que le permite no contestar a preguntas.
Pese a ello, dedicó la parte inicial de su testimonio a leer una declaración, en la que sostuvo que el régimen militar debió enfrentarse a “organizaciones terroristas”, cuyo “objetivo final era la instalación de una dictadura del proletariado, del comunismo: (querían) derribar a los militares e instalar el comunismo”.
NO HABLA SOBRE TORTURAS
Sin embargo, al ser indagado sobre las torturas practicadas en el DOI-Codi, el militar se negó a contestar y se limitó a afirmar que toda su actuación en la represión política está relatada en un libro de 600 páginas, que entregó a los miembros de la Comisión de la Verdad.
“Allí informo todo con detalles, cómo eran hechos los arrestos, las investigaciones, todo lo que pasó (…). Nunca oculté un cadáver, nunca cometí asesinatos. Siempre actué en el marco de la ley y del orden. Nunca fui un asesino”, expresó.
La Comisión Nacional de la Verdad fue creada en 2011 y empezó a trabajar hace un año, con el objetivo de identificar a los responsables de las torturas y asesinatos de opositores políticos durante la dictadura militar.
Entre otras revelaciones, el grupo descubrió que el Ejército utilizó bombas napalm en por lo menos tres ocasiones para combatir el movimiento guerrillero que se formó en la década del 70 en la región amazónica de Araguaya.
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