Miles de personas salieron hoy a la calle en varias ciudades de Alemania para evocar la memoria de las víctimas de una serie de asesinatos racistas perpetrados entre 2000 y 2007 sin que las autoridades encontraran una conexión entre ellos ni sospechasen su motivación xenófoba.
En Berlín marcharon unas 1,600 personas hacia la central de la policía criminal bajo el lema “El problema es el racismo”. Los manifestantes demandaron la abolición del servicio de inteligencia interior, al que acusaron de fracasar en el esclarecimiento de los crímenes. También se celebraron actos y marchas en cerca de 30 ciudades en todo el país.
El 4 de noviembre del año pasado se suicidaron dos neonazis sindicados posteriormente como los autores de los asesinatos de ocho pequeños comerciantes turcos, un griego y una joven policía. Cuatro días más tarde se entregó a la Policía una joven que al parecer conformaba una célula neonazi clandestina junto con los dos fallecidos.
La cómplice, Beate Zschäpe, y otros presuntos ayudantes del trío, serán acusados formalmente en los próximos días. El descubrimiento del trío ultraderechista se produjo por una casualidad y los fallos en la investigación de los asesinatos ocupan a varias comisiones de investigación parlamentarias.
Los familiares de las inmigrantes asesinados y sus abogados se quejaron de que la policía sospechó en primer lugar de ellos y de las propias víctimas e investigó si tenían alguna relación con el crimen organizado.
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