Es obvio que cuando un cliente está insatisfecho con un producto, posiblemente lo deje de comprar. Es usual pensar que lo más importante para tener un cliente contento es disponer del producto que busca; empero, la insatisfacción puede generarse por otras razones.
A lo largo de las experiencias de compra, consumo y servicio posventa, las empresas pueden decepcionar a sus clientes. Imagine que no tiene POS para pago con tarjeta, ¿no le generaría un contratiempo a su cliente que no carga efectivo? Si se demora con las entregas, ¿sus clientes lo recomendarán entre sus amigos? Este tipo de situaciones son usuales, causan malestar, pero no tienen que ver con sus productos. El servicio puede ser un importante generador de insatisfacciones.
Si a veces un cliente soporta maltratos o un servicio ineficiente, es posible que lo haga porque no le queda otra. Quizá no tenga otros negocios cerca. Pero apenas puedan, se irá. Evite que sus clientes tengan razones para hacerlo.
1. Entienda qué ofrece su negocio a su consumidor. Muchas veces usted puede creer que vende productos, pero en realidad lo que vende son soluciones.
2. Fidelice a sus clientes. Una empresa que no quiere perder a sus consumidores se preocupa sinceramente por conocerlos, y se anticipa a sus necesidades. Para ello, estreche lazos y desarrolle estrategias.
3. Cuidado con los prejuicios. Lo que a usted le guste, no necesariamente será lo que más les guste a sus clientes.
Las estrategias que le hemos dado ayudan a no perder clientes. Esto debe ser una primera medida, pero para ser exitosa su empresa tiene que ir más allá. Tiene que sorprender a su público. Mejorar y lograr así la mayor satisfacción y lealtad. Tiene que darle en la yema del gusto a su cliente.
Por Arellano Marketing (progresar@arellanomarketing.com)
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