Todas las personas no son iguales, y lo puede ver en sus formas de pensar y actuar. Por eso existen muchas segmentaciones que clasifican a la gente. En este ProgresAr, le mostraremos dos perfiles de personas (y empresarios) para que usted entienda cómo sacar lo mejor de ellos. Nos referimos a los osados y los cautos.
1. Características. Los osados son muy seguros de sí mismos, aunque por esa razón no siempre calculan fríamente las consecuencias de sus acciones. Suelen pensar que tienen control de todo y que las cosas dependen de sus ganas. Por otro lado, los cautos son muy reflexivos y menos optimistas. Muchos de ellos le atribuyen sus logros y fracasos al destino, a Dios o a otros elementos externos. Ambos van a interactuar con usted, ya sea como clientes o proveedores.
2. Como clientes. Un lanzado será un cliente muy enérgico, y a veces le costará saber qué es lo que quiere. Ojo con ellos, pues a veces usted necesitará moderarlos un poco. Sea muy sutil con sus recomendaciones y deje todo por escrito. El cliente cauto más bien será más precavido y dudoso; por lo tanto, muéstrese muy seguro de lo que ofrece. Si los convence, ellos serán muy fieles.
3. Como proveedores. Le recomendamos que mantenga contacto con proveedores cautos y con osados, pues en distintas situaciones cada uno podrá responderle de mejor manera. Los cautos se llevarán muy bien con trabajo rutinario y seguro. Si necesita despachos recurrentes con fechas, protocolos y horarios exactos, ellos son una buena opción. Por otro lado, a los osados les gustan más los proyectos nuevos y se ingeniarán cómo adecuarse para atenderlo.
Recuerde que usted también es un empresario. ¿Qué perfil cree que tiene? Dese cuenta y le podría ayudar a reconocer sus propias oportunidades como proveedor o cliente.
SABÍA QUE
- Teoría
La teoría del locus de control plantea dos formas de entender las causas de las cosas: atribuyéndolas a terceros o a uno mismo.
- Semejanza
Según la teoría de Arellano Marketing, los osados se parecen a los progresistas, modernos y sofisticados; y los cautos, a los formales y conservadores.
Por Arellano Marketing (progresar@arellanomarketing.com)
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