El pasado 10 de febrero, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, visitó las zonas altas de Chosica que habían sido afectadas por un huaico y llegó hasta el asentamiento humano 9 de octubre. Estuvo a pocos metros de la planta ilegal de procesamiento de oro.
Eran los tiempos de la campaña por la revocatoria y la alcaldesa hacía de todo para quedar bien con la población. En el lugar coordinó el envío de maquinaria para las tareas de limpieza.
Ahí habló con los habitantes, muchos de los cuales son trabajadores de esa planta y esposas de estos.
Los pobladores le explicaron a Villarán que, si bien están en las alturas de Chosica, ellos pertenecen a la jurisdicción de Huarochirí, de manera que no participarían del proceso de revocatoria.
Según nos relatan, ni la alcaldesa limeña ni sus funcionarios volvieron a visitarlos.
Fuentes municipales precisaron que a Villarán no se le informó de la existencia de esta planta ilegal de procesamiento de oro, ni siquiera lo hicieron sus amigos de las ONG ambientalistas.
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