Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Este sistema, construido con la solidez de un castillo de naipes, pega coletazos que nuestros medios acompañan con música de Strauss. El calentamiento global, las centrales atómicas expuestas a tsunamis u otros accidentes naturales, los paraísos fiscales, la trata de personas, el poder de la droga, la explosión demográfica, las prácticas depredadoras de nuestra especie, las democracias obedientes a grandes grupos corporativos, el hambre en medio de la abundancia, el empobrecimiento de quienes han conocido el bienestar, la crisis del agua potable, la desaparición de las reservas petrolíferas, el espionaje masivo, el atropello de los más poderosos a las normas del derecho internacional, etc. Un panorama cruel para cualquiera cuyo cerebro sea capaz de saltar por sobre la valla de alienación construida por los medios. Hoy, bajo nuestras narices se están produciendo transformaciones que, si pudiésemos pegar un salto de 30 años, seguramente no nos permitirían reconocer la civilización en la que hemos vivido.
Un ejemplo de lo que no se dice: Gran Bretaña, actor esencial de la Revolución Industrial, es el segundo deudor del mundo después de EE.UU., y sus intereses, 18 veces mayores que los de los griegos. Ya se habla de vender el Palacio de Westminster y el Big Ben. Su alternativa es, como ya lo está haciendo, usar su poderío militar.
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