Pablo Secada,Al.Mercado
psecada@ipe.org.pe
Entiendo que contraatacarán con un “bono” tras el fiasco de los “gastos de representación” con el que pasaron del rechazo al repudio. Lo primero se asigna contra el éxito, verificable objetivamente y preacordado. Lo segundo se autoriza previamente, se rinden cuentas y es reembolsado. Más allá de las criolladas, recurren a un argumento falaz. Las remuneraciones de las autoridades políticas no deben ser las mayores del Estado. Funcionarios de carrera, competitivos, son quienes más deben ganar. En Singapur reciben su costo de oportunidad menos un pequeño descuento porcentual, ya que valoran servir al público. La reforma del Servicio Civil debería incluir a todos. Los esquemas de evaluación pueden diferir, pero no la esencia de la reforma: evaluación, promoción y remoción decidida independientemente del proceso político, transparencia y rendición de cuentas. La criollada ilustra las limitaciones: el clientelismo político, la discrecionalidad y la opacidad están de lo más arraigados.
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