Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Argentina y las presuntas amenazas al diario Clarín. Veamos: Argentina vivió una dictadura feroz entre 1976 y 1981. Quien esto escribe tiene 14 amigos asesinados y debió abandonar el país para no ser el número 15. Luego vino la profundización de las reformas económicas de los militares y terminamos en 2003 con la mayor crisis de la historia argentina. Debía el país, en ese tiempo, el 160% de su PBI, la desocupación era atroz y el pueblo clamaba “QUE SE VAYAN TODOS”. No fue ajeno Clarín a esos espantos. Fue entusiasta socio de los militares mientras desaparecían 30 mil personas y socio activo de los políticos cuando desmantelaban la estructura económica del país para entregarla, a precio de regalo, a las grandes corporaciones internacionales. Genocidio y robo no son ajenos al diario al que hoy la SIP, protectora de patrones, defiende como si fuera una humilde víctima del malhumor de Cristina Fernández. Clarín, dice La República desde una posición que no dignifica su trayectoria, “es dueño de 240 sistemas de cable, 10 estaciones de radio, cuatro canales de TV y del diario de mayor circulación del país”. UN MONOPOLIO. Pues bien las leyes aprobadas hace tres años e impedidas de ser aplicadas por trucos legales deberán, gracias a la Corte Suprema de Justicia, hacerse efectivas el 7 de diciembre. Clarín debe deshacerse de parte de su patrimonio. No se lo expropiarán, debe venderlo para que haya una comunicación más plural y democrática al interior de una ley que la ONU calificó como un de las tres más avanzadas del mundo. La SIP, CUYA TIBIEZA ANTE LA DICTADURA AVERGÜENZA, CLAMA CUANDO SE AFIANZA LA DEMOCRACIA.
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