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"El petróleo da más dinero, pero el vino llena de orgullo"

‘Pepe’ es la cabeza de bodegas zuccardi, una de las principales de argentina. Su línea ‘Z’ acaba de ser nombrada ‘mejor vino argentino’ por el Hyatt. Merecido.

Foto: David Vexelman.
Foto: David Vexelman.

José Zuccardi,Empresario del vino
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

José ‘Pepe’ Zuccardi es el dueño de Zuccardi, una de las principales bodegas vineras de Argentina. El Zuccardi ‘Z’ ha sido elegido Mejor Vino Argentino por publicaciones como Descorchados, El Conocedor y los jueces que seleccionaron la carta de vinos del Hyatt de Mendoza. En esta charla nos dice que beber un vino da placer y salud. Tiene razón.

Comercialmente, ¿qué le atrae del Perú?
Es un mercado donde los vinos argentinos son los favoritos. Zuccardi es una empresa familiar, con códigos, objetivos y valores comunes; la verdadera familia no solo es aquella que tiene tu sangre sino con quienes compartes sueños y valores; es decir, toda una filosofía… y esto siento en el Perú, donde siempre estoy muy cómodo y contento.

¿Cuáles son los valores de Bodegas Zuccardi?
Humildad, austeridad, excelencia y trabajo en equipo. Nuestros objetivos tienen cuatro áreas centrales: calidad (crecimiento cualitativo), innovación, medio ambiente (trabajamos en productos orgánicos, reciclamos) y responsabilidad social (el vino expresa el clima, el suelo, la cepa, pero, sobre todo, a la gente del lugar donde se produjo).

Contrariamente a lo que uno podría pensar, en Mendoza la principal industria no es la vitivinícola sino la petrolera. Sin embargo, ustedes tienen mejor imagen…
Así es. El vino no solo es una actividad económica, es identidad, y eso es el vino para Argentina. La minería da más dinero, pero implica la explotación de recursos que no se regeneran. En cambio, el vino es alimento, es cultura, y no solo promueve la actividad económica de la región sino la imagen del país. En Argentina sucede con el vino lo que pasa con la gastronomía en el Perú: es nuestro orgullo.

¿Cómo se fue construyendo esta identidad?
Durante muchos años, la viticultura fue parte de la vida del mendocino. Los inmigrantes que poblaron Mendoza, sobre todo italianos y españoles, trajeron consigo dos cosas: el hábito de consumir vino y el conocimiento para producirlo. Nuestra viticultura ha pasado por tres etapas: 1. La fundacional (1850-1930), donde se produjeron vinos de gran calidad. Para empezar, trajeron el Malbec. 2. Crecimiento y desarrollo, sobre todo del mercado argentino. La clase media creció una enormidad e incorporó el vino a su dieta. En los 60, el consumo per cápita por año era de 94 litros por habitante. Pero en los 80 aparece el problema de la sobreproducción, pues se desarrolló una viticultura de cantidad y no de calidad. 3. Internacionalización. Decidimos mejorar y salir a vender nuestros vinos afuera.

Usted es un protagonista de la tercera etapa…
Yo empecé a trabajar en la viticultura en 1976 y viví la crisis de los 80. De las 330 mil hectáreas de viñedo que teníamos, arrancamos 100 mil por la sobreproducción. Allí empezamos a promover el embotellado (fraccionamiento) en origen pues, antes, el vino se producía en Mendoza, pero se embotellaba en Buenos Aires. Esto generó un círculo virtuoso: formamos Wines of Argentina (WOFA), desarrollamos un plan estratégico vitivinícola y hoy trabajamos en un desarrollo cualitativo de nuestro producto y en nuestra inserción en mayores mercados internacionales.

Mariano Di Paola, el enólogo de Rutini, dice que el mejor vino es el que viene. Es decir, ¿hoy tomamos mejor vino que hace 20 años?
Mendoza siempre tuvo grandes tierras, pero hoy tenemos gente muy profesional, una generación de enólogos y agrónomos con una visión cualitativa del vino. Estamos en un proceso de evolución, y cada año producimos mejores vinos. A la calidad de la tierra le hemos agregado sapiencia, conocimiento. La calidad de un vino nace en el viñedo, no hay nada que uno le pueda agregar, pero lo importante es que hoy tenemos una conciencia más clara de qué queremos y cómo lo queremos.

Malbec es Argentina y Argentina es Malbec, pero están mejorando otras cepas…
No queremos que nos pase lo que le sucedió a Australia: ser identificada por el syrah y ser explotada por cuatro o cinco empresas. Por eso, tenemos dos retos para el futuro: 1. El Malbec no es único, se expresa de forma distinta de acuerdo al terruño, al valle… Es decir, más que una variedad, es una zona. 2. Argentina no es solo Malbec, nuestra segunda variedad tinta es la Bonarda, de gran potencial, y nuestra principal variedad blanca es la torrontés… y hay que aprovecharlas. Pero también tenemos tempranillo, cabernet sauvignon, chardonnay, pinot noir, etcétera. Queremos demostrar que nuestra viticultura es diversa, con muchos protagonistas, con una variedad de cepas y regiones, y que esto es una fortaleza y no una debilidad.

Dígame, ¿cómo los está recibiendo el mundo?
Muy bien. En los 90, Argentina no existía en el mercado del vino. Hoy tenemos el 4% del comercio mundial del vino, aún somos pequeños, pero hay lugares, como el Perú, donde no solo somos primeros sino toda una categoría.

AUTOFICHA

- Me siento muy cómodo en Perú. Me gusta su multiculturalidad. La influencia inca llegó hasta Mendoza. Además, peruanos y argentinos tenemos buena química.

- El consumo del vino no se va a retraer por la crisis, seguirá creciendo. El mundo es muy grande, y el consumo per cápita aún es muy bajo.

- Zuccardi es una empresa familiar. Mis tres hijos trabajan conmigo. Sebastián hace el vino, Julia se encarga del turismo, Miguel produce aceite de oliva.


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