Periodismo de cotillón

Cuando en un país se cita a un empresario extranjero o a una entidad supervisora de finanzas, situada, claro está, en Nueva York, para señalar cómo marchan los asuntos internos, significa que o bien la globalización ha secuestrado los últimos vestigios de democracia o bien que nuestros “globalizados” periodistas sólo se ocupan de las campanas que suenan fuera, más que de las interiores y, además, sólo de aquellas que le convienen.

Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com

El entrecomillado para globalizados apunta precisamente a eso. Hay infinidad de circunstancias en las que la existencia del Perú ni siquiera es considerada pero que influirán sobre este país mucho más que las medidas de su gobierno. Pongamos por caso los llamados paraísos fiscales. ¿Cuánto dinero peruano de narcos, políticos y empresarios pícaros hay en ellos? Agreguemos el gran tema: la paulatina desaparición del petróleo. ¿Imaginan cuánto afectará nuestra economía las guerras que ya están en marcha por este recurso? Dudo que Obama se lo haya mencionado a Ollanta. Sigamos con el calentamiento global al que todo el Perú sólo debe sumarle una cifra precedida de varios ceros y en la que el país sólo es mencionado por su gran fragilidad ante dicho cambio. Esos temas y otros igualmente importantes para los “globalizados” no son, naturalmente, tan sustanciales como la posible candidatura de Nadine Heredia. ¿Imaginan ustedes al presidente de alguna gran corporación, de aquellas que han apoyado las peores dictaduras de nuestro subcontinente, preocuparse por un hecho de esta naturaleza? A ellos solo les escandaliza lo que puede perjudicar su negocio, lo demás son cifras para las que los conceptos de democracia, libertad y justicia social están totalmente supeditados al engrosamiento de sus cuentas bancarias.

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