El martes pasado, bajo la presidencia “honoraria” del titular del Congreso, se instaló la comisión que seleccionará a los candidatos al Tribunal Constitucional, al Banco Central de Reserva y a la Defensoría del Pueblo. A su salida, con Víctor Isla a la cabeza, legisladores de diferentes tiendas se comprometieron a resolver el tema en esta legislatura “con visión técnica, responsable y en función de los intereses del país”.
Eso, por lo menos, fue lo que declararon a la prensa al término de una sesión que, sin justificación alguna, se desarrolló a puerta cerrada. Y es que lo que dijeron y discutieron los congresistas entre bambalinas fue muy distinto a lo anunciado públicamente.
Y cómo no iba a ser si, de acuerdo con fuentes de Pasos Perdidos, más de uno cuestionó, muy suelto de huesos, la “premura” del proceso de elección ¡¡¡que tiene un retraso de cuatro años!!!
Ingeniosos como ellos solos cuando se trata de buscar justificaciones, los parlamentarios esgrimieron diversos argumentos: que el Congreso es autónomo, que la prensa no tiene por qué marcarle la agenda y que la elección de los candidatos para las 10 plazas vacantes en el TC, BCR y Defensoría es una atribución que les corresponde a ellos y a nadie más y que, por lo tanto, serán ellos los que decidirán en qué momento la ejercen. A lo sumo, añadieron, tratarán de elegir al defensor del Pueblo.
Cuentan que uno de los más entusiastas defensores de esta postura fue el fujimorista Alejandro Aguinaga, pero también aportaron su granito de arena otros como Víctor Andrés García Belaunde y el nacionalista José Urquizo. Isla, por su parte, cual convidado de piedra, se mantuvo al margen y no dijo una sola palabra. No obstante, al término del cónclave, señaló que buscará coordinación y consenso. ¿Cuándo? Nadie lo sabe…
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