Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Y Gelman cita al presidente francés Hollande, con postura belicista frente a Siria, como tantos otros ‘olvidadizos’ de hoy y cree que ese hubiera sido el hombre de Zhuang Zhou.
Comparto esta idea pero creo que, en los tiempos que corren, el filósofo chino podría pasar el resto de su existencia, y no le alcanzaría, para solo mirar a los ojos de aquellos que han olvidado las palabras. Si se diera una vuelta por el Perú podría disfrutar de innumerables interlocutores amnésicos, y quizá ellos le podrían explicar el sentido de algunas palabras que si conocen y recuerdan muy bien pues ellas les acompañan, como tránsfugas, traidores, mentirosos, desleales, irresponsables, corruptos, esquizofrénicos, camaleónicos, desertores, etc. Zhuang Zhou sería prudente y comprendería que la cultura y la sociedad son dinámicas y que los cambios se originan, en algunos casos honestamente, como una forma de adaptación a lo nuevo. Descubriría, sin embargo, que aunque lo nuevo traiga males mayores que lo teóricamente superado, ellos, los que olvidaron las palabras, solo serán fieles al pensamiento que les produzca beneficios materiales. Ya no se esmerarán en justificar sus procederes. Habrán aprendido a sepultar la voz de su conciencia, a gambetear las objeciones que la realidad les estrella día a día en sus caras y calmarán cualquier inquietud en el solaz que les produce la visión del engrosamiento de sus cuentas bancarias. Zhuang Zhou comprobará así que su pregunta debió ser ¿dónde encontrar un hombre que no se deje encandilar por el oro?
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