SANTIAGO (AFP).– Expertos forenses no hallaron evidencia de que el premio Nobel chileno Pablo Neruda haya sido envenenado tras el golpe militar de Augusto Pinochet en 1973, aunque la investigación judicial para aclarar las causas del fallecimiento del poeta sigue abierta.
Los resultados de los exámenes, practicados por un grupo de 11 peritos internacionales y dos garantes, descartaron la presencia de tóxicos en los restos exhumados del poeta, más allá de la medicación que tomaba por el cáncer que padecía.
“No se han encontrado agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse con el desenlace de la muerte de Pablo Neruda”, dijo Patricio Bustos, director del Servicio Médico Legal de Chile, tras la entrega al juez de las conclusiones, en las que se confirma la presencia de cáncer.
Los análisis en universidades de España y Estados Unidos no encontraron “evidencia forense alguna que permita establecer una etiología médico legal por causas no naturales en la muerte de Pablo Neruda”, se determinó.
Se confirmó además, “por diversas técnicas complementarias, la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto en justa correspondencia con la enfermedad por la que fue tratado Neruda”.
Pero Mario Carroza, el juez a cargo de la investigación que busca aclarar las causas de la muerte de Neruda, rechazó el cierre del caso y dijo no estar en condiciones de afirmar si Neruda fue o no asesinado.
SABÍA QUE
- Neruda murió el 23 de setiembre de 1973, 12 días después de instalarse la dictadura de Pinochet.
- El poeta estaba internado tratándose un cáncer de próstata avanzado.
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