Fernando Cillóniz,Al.Mercado
fcilloniz@peru21.com
Lo que toda la vida fue un desierto semiárido e improductivo será – gracias al proyecto Olmos – un emporio productivo de etanol, paltos, uvas de mesa, cítricos, espárragos, pimientos, entre otros productos. Cerca de mil peruanos trabajan en el proyecto, cuya ingeniería y organización son admirables. Bocatoma, canal, desarenador, vaso regulador, tuberías, caminos, redes eléctricas… cada obra es un derroche de ingenio y laboriosidad. Los empresarios que llegan para constatar el avance de la construcción –sobre todo los extranjeros– se quedan con la boca abierta. “Esto es extraordinario”, dicen los visitantes, y agregan: “El Perú es un ejemplo para el mundo”. Eso escuché la semana pasada cuando visité Olmos. Simplemente me sentí orgulloso de mi país.
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