Se puede amar a una persona, pero no satisfacerla sexualmente. Esta falta de armonía en amor y sexo, lejos de ser una rareza, resulta más común de lo que uno cree.
Hay encuestas que se enfocan en este aspecto. Un estudio realizado en México, dio a conocer que cuatro de diez mujeres del país azteca no se sienten satisfechas con su vida sexual. Asimismo, una investigación presentada en Francia mostró, el mes pasado, que los países con mayor insatisfacción sexual son Japón, Malasia, Taiwán, Corea del Sur y China. En Japón, por ejemplo, más de la mitad de personas asegura no estar conforme en la cama.
Por otra parte, según el Informe Durex de Bienestar Sexual, solo tres de cada diez mujeres alcanza el orgasmo en todas las relaciones sexuales. En cambio, el 63% de hombres sí llega al clímax. Asimismo, un estudio de la Universidad de Columbia arrojó que el 54% de mujeres que participó en una encuesta admitió haber fingido el orgasmo al menos una vez en su vida.
MOTIVOS ESCONDIDOS
Las evidencias mostradas en las líneas previas nos dejan la sensación de estar frente a un problema serio. Sin embargo, antes de buscar soluciones, resulta importante tratar de entender por qué las personas no están conformes sexualmente. ¿Qué razones hay detrás de este escenario?
El principal motivo: el egoísmo del varón. En tal sentido, las cifras de Durex reflejan muy bien la asimetría entre los orgasmos masculinos y los femeninos: ellos llegan al clímax más que ellas. Esto se debe a que la mujer necesita más tiempo para excitarse y estar lista para el orgasmo. Requiere, por lo menos, cinco minutos.
La insatisfacción se acumula y se puede hacer intolerable cuando no alcanzar el clímax se hace una costumbre. Una mala costumbre, dicho sea de paso.
Otra causa de infelicidad sexual está vinculada al estrés. “Sí, el estrés laboral mata tu libido. En una época solo quería llegar a casa y dormir. Mientras dormía, según mi esposa, soñaba con mi trabajo, hablaba. Fue preocupante”, cuenta Ricardo (43).
En efecto, las exigencias de la vida moderna provocan que las personas experimenten niveles de estrés realmente altos, a tal punto que se desbordan y afectan otras dimensiones humanas. En este caso, la capacidad de disfrutar el sexo.
Otra razón para no sentirse feliz sexualmente es tener una pareja poco dispuesta a complacer. “A mi enamorada no le gusta hacerme sexo oral. Es muy fría y convencional, lo cual no es de mi agrado”, se queja Edward (29).
Asimismo, un factor influyente es tener algún tipo de patología que impida tener una vida sexual plena, tales como dolor crónico genital, eyaculación precoz, disfunción eréctil, anorgasmia, cáncer, entre otras.
Existen diversas causas, pero la recomendación es una sola: dialogue con su pareja. Es el punto cero para buscar soluciones. “¿Cómo vamos a saber qué hacemos mal si no nos dicen? ¿Cómo queremos mejorar si no hablamos de lo que nos molesta? Hay que ser francos con nuestra pareja. Si realmente hay amor y confianza, se podrá salir adelante”, afirma Dalia (35).
DATOS
- La rutina es uno de los principales enemigos de la felicidad sexual. Encuentros amatorios sin creatividad suelen derivar en la falta de interés y, en casos más serios, en infidelidad. La consigna: innovar constantemente.
- La baja autoestima también es un factor para tomar en cuenta. Considerarse viejo, poco atractivo, subido de peso, en fin, puede mermar el deseo sexual.
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