Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Pero, según él, hay otros culpables de esta violencia, entre los que ha citado a los videojuegos.
LaPierre, que pertenece al mayor lobby estadounidense en defensa de las armas, ha hablado por primera vez desde la matanza en la escuela de Newtown (Connecticut, Estados Unidos), donde murieron 28 personas, incluidas el asesino, Adam Lanza, y su propia madre. Una semana después de esta tragedia, en la que el debate sobre una mayor regulación de las armas ha estado muy presente en ese país, su postura ha sido bastante clara en favor de las pistolas y los rifles: “Lo único capaz de detener a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma”. La definición simplista hasta las lágrimas exhibe el máximo nivel crítico al que pueden acceder estos insignificantes cultores de la pólvora y, por tanto, de la muerte. Dice esta secta necrófila que los niños son el grupo más vulnerable de la sociedad “pero los dejamos sin defensa, y los monstruos y los depredadores del mundo lo saben y lo explotan. Eso debe cambiar”, dijo LaPierre. Asimismo, este dirigente argumentó que los bancos, los edificios federales, los congresistas, los estadios y demás sitios públicos tienen protección de agentes armados, pero no las escuelas.
Proponen, en síntesis, un Estado policiaco donde el imperio de las armas traerá –según ellos– paz y concordia, con algunos centenares de muertos diarios pero, en todo caso, con la sensación –propia de los desvariados– de que un mundo así promete paz y equilibrio.
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