Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Si lo logra, cabe sospechar que fue porque uno se convirtió en un interno más del manicomio. Desde adentro, todo tiene una explicación lógica. Pero eso, a veces, solo comprueba que están locos”. Ejemplo: los líderes del Congreso ya no contemplan prohibir las armas de asalto (armas de guerra) en el proyecto de ley para imponer un mayor control de armas de fuego. Razón: no hay suficiente apoyo entre los legisladores. Una encuesta de CNN muestra que el apoyo público a controles más estrictos sobre las armas cayó de 52 a 43% desde la matanza de Newtown. Solo una nueva masacre reavivará el rechazo. El derecho de los ciudadanos a tener armas –se argumenta– está garantizado por la Constitución. Desde la lógica dentro del manicomio, algunos alegan algo que suena casi revolucionario: que los ciudadanos tienen el derecho de armarse no solo para protegerse de los malos, sino del propio gobierno y sus posibles abusos de los derechos de los ciudadanos, como, por ejemplo, el intento por quitarles las armas.
Las balaceras en Chicago con jóvenes muertos o que estas armas sean las favoritas del crimen organizado en México y USA: “Todos ellos mensajes racionales y hechos a favor de imponer controles severos sobre las armas se estrellan contra la dinámica del manicomio oficial”. El poder de los lobbies, que es la manera de USA para entender hoy la democracia, impide los cambios que el sector lúcido de la sociedad y la más elemental de las lógicas reclaman.
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