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"Leer un diario es parte del ADN del peruano"

“Antes había estantes, hoy hay una nube, todo lo que necesitamos es Wifi (risas). Hoy, guardar no significa almacenar, restringir; significa compartir”, nos dice Juliana Sawaia, especialista brasileña en nuevos medios.

Foto: Nancy Dueñas.
Foto: Nancy Dueñas.

Juliana Sawaia,Comunicadora
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Juliana Sawaia es una experta brasileña en nuevos medios. Invitada por la Sociedad de Empresas Periodísticas del Perú, participó en el seminario ‘La era del tradigital: La prensa tradicional en la era digital’. Aquí nos habla del futuro de la prensa en el Perú y de nuestras costumbres como lectores de diarios.

¿Lees muchos diarios?
Sí, y me gustan sus versiones impresas porque disfruto la experiencia de hojearlo, de palpar el papel; las revistas las leo sobre todo en sus versiones digitales, pero los periódicos todavía no, salvo que sean de otras regiones, de otros países.

¿Por qué es especial la edición impresa de un diario?
Su primer beneficio es su movilidad, su practicidad: se puede leer en cualquier lado. Además, después de leerlo lo puedes compartir, regalar.

Umberto Eco recomienda leer varios periódicos al día. ¿Le estamos haciendo caso?
Hoy, por el desarrollo de la tecnología, la experiencia de lectura es más fácil. Hoy existen plataformas que nos permiten complementar experiencias. Por ejemplo, uno puede revisar Perú21 y actualizar la información leyendo su página web, y luego pasar al The New York Times o a El País. Hoy vivimos un nuevo tráfico de la información, la era de las plataformas y, en ellas, hacer lo que pide Eco es posible.

¿El formato es importante en la experiencia de lectura?
Con el tiempo, el formato no será importante, sino el contenido. Los lectores nos estamos poniendo cada día más selectivos. Lo ‘tradigital’ significa que hay gente que consume los medios en su formato tradicional, pero hay una tendencia de consumo del mismo contenido en otros formatos, tendencia que crecerá a medida que la gente tenga acceso a los nuevos soportes, a la nueva infraestructura.

Cada vez que aparece un nuevo soporte se anuncia la muerte o crisis del anterior, pero no siempre pasa esto. Con los tablets y smartphones, ¿todos los soportes se van a sintetizar allí?
Hoy tenemos un escenario de convergencia –diversos formatos– y otro de simultaneidad –ver la tele, leer en la computadora y escuchar la radio, todo a la vez–. Distingamos ambos conceptos. Lo que está cambiando es nuestra forma de consumir y de relacionarnos con los medios tradicionales.

¿Los diarios sobrevivirán en sus versiones digitales y no tanto en la versión impresa?
Para que haya menos impresiones, la gente tiene que estar muy digitalizada, y eso toma tiempo. En el Perú, la penetración de la Internet es del 58 por ciento; entonces, la vida de los diarios impresos será larga.

Es decir, la práctica de lectura de un diario subsistirá, sin importar su soporte…
Así es, porque leer un diario es parte del ADN de los peruanos, de su práctica cultural. En promedio, un peruano dedica 30 minutos al día a leer un periódico, cifra que es alta si la comparamos con lo que sucede en otros países. Y no es un tema de edad; los jóvenes de entre 12 y 17 años también tienen este promedio de lectura.

Es decir, somos un país sui géneris por esta costumbre…
(Piensa). Lo que las cifras nos muestran es que esta es una práctica consolidada, y ha pasado –y seguirá pasando– de padres a hijos porque, repito, es parte de su cultura.

Todavía persiste en nosotros la sensación de que el papel prestigia…
Ese es un sentimiento común, porque el papel es algo vivo, consolidado, que otorga credibilidad. Sin embargo, todo evoluciona: hoy el papel se complementa con lo digital.

Y así como prestigia, el papel da confianza, ¿no es verdad?
Así es. Recordemos que los diarios impresos nacieron con esta impronta, con esta premisa: informar y guiar y, al hacerlo, ganar credibilidad. Y este prestigio se está trasladando a las plataformas que los diarios tienen ahora en Internet.

El impreso prestigia, da confianza y asegura la permanencia; los soportes digitales son de corta duración. Hoy nadie usa un diskette; en cambio, las bibliotecas con diarios y libros sobreviven…
Hay que entender que lo impreso y lo digital son distintos, que hoy vivimos otra era, que hoy muchas cosas son menos palpables, menos tangibles. Pero me gusta el concepto de ‘nube’: hoy, toda la información puede ser almacenada en una nube, de donde se puede sacar lo que uno considere más importante. Antes había estantes; hoy hay una nube, todo lo que necesitamos es wifi (risas). Hoy, guardar no significa almacenar, restringir; significa compartir.

Algunos sostienen que, quizás, el libro impreso termine convirtiéndose en un objeto minoritario, en una pieza única, artística, disponible solo para unos pocos…
Habrá público para todo. Las nuevas generaciones tendrán una forma distinta de comunicarse con él. Y, repito, los procesos son muy largos, nada pasa de la noche a la mañana.

AUTOFICHA

- Vivo en Sao Paulo hace 18 años. Me gusta su diversidad, su cultura, su pluralidad, aunque no soporto su tráfico. Soy brasileña, pero el fútbol no es mi pasión.

- Hace unos seis meses leo algunos libros en mi tablet. Si me gusta mucho, busco la versión impresa, pero no discrimino lo digital.

- La gente busca en la televisión las imágenes; en el Twitter, las opiniones; en los diarios, la reflexión, pero hay que tener en cuenta que cada experiencia es distinta.


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