Gianfranco Castagnola,Al.Mercado
gcastagnola@peru21.com
En sus balances de fin de año, los analistas se preguntan por qué el presidente Humala se ha ido alejando de la izquierda. La respuesta habría que buscarla en las deficiencias de la izquierda peruana, que no tiene ideas para gobernar ni cuadros para realizar una gestión pública decorosa. Luego de la caída del Muro de Berlín, del giro pragmático de China y de la decadencia cubana, se quedaron sin referentes. Aplaudieron a la Venezuela chavista y a la Argentina kirchnerista hasta que la realidad los rebasó. Hoy critican “el modelo neoliberal”, pero no proponen nada a cambio. El Gobierno apartó a los técnicos de izquierda no por una supuesta “cacería de brujas de la derecha”, sino por su tendencia al asambleísmo y a la retórica. Obviamente, el Perú tiene muchos retos por delante. Pero estos residen fundamentalmente en mejorar la gestión del Estado y no en cambiar la dirección de la política económica que ha permitido un crecimiento sin precedentes en la historia peruana moderna.
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