Bartola,Cantante criolla
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Conduce Una y mil voces, el programa criollo de TV Perú. También está al frente de Arriba Perú, que se transmite en radio La Inolvidable. Acaba de editar –junto con los Hermanos Valdelomar– el disco Llévame contigo y, como si esto fuera poco, todos los viernes, a las 8 p.m., se presenta en La Vida Misma, que está en el pasaje El Suche (La Paz, 646, Miraflores). Canta, Bartola.
¿Eres una optimista?
Muy optimista; de lo contrario, no estaría 57 años en este mundo y, además, habiendo superado un cáncer. Soy una mujer agradecida porque Dios me dio una segunda oportunidad. Tengo una gran familia, estupendos amigos y un público incondicional, que no es mío sino de la música peruana.
¿Te gusta el medio artístico?
(Piensa). Yo no pertenezco a él. Soy una artista un poco solitaria, diferente, enclaustrada en su arte. Me gusta estar en mi casa, me gusta cocinar, ir a la radio…
¿No has hecho amigos en el criollismo?
En este medio se puede hacer pocos amigos porque somos itinerantes, y solo nos encontramos casualmente. Esto se puede llamar, máximo, compañerismo, respeto y aprecio, no amistad.
¿No hiciste grandes amistades ni entre los criollos viejos?
Con ellos, sí. Manuel Acosta Ojeda, Augusto Polo Campos y Edith Barr son unos grandes de los que absorbí su talento. Y más que amistad, yo les profeso amor y agradecimiento, no solo por lo que me dieron, sino por lo que le legaron al Perú.
¿Cómo te llevas con los jóvenes?
A los jóvenes les enseñas, a los mayores los rescatas. Yo no me peleo con nadie, tengo una sonrisa para todo el mundo. Estoy en la TV, pero no me siento una conductora sino una presentadora. Y estoy allí porque conozco mi cultura musical; no leo un guion, yo me comprometo con los artistas que presentamos, voy a los ensayos, les pregunto por su repertorio y los guío pues muchos chicos no saben ni lo que están diciendo… algo he aprendido en mis 47 años como artista.
¿Y les das lecciones de vida?
Dentro de mis posibilidades, trato de que tomen el arte como una profesión. Ahora, en esta carrera es muy importante la perseverancia; de lo contrario, no podrás vivir del arte. Lamentablemente, muchos no ven la música como una profesión. Y no solo eso, la difusión no es de las mejores, no tenemos muchos programas de radio, de televisión. Si no movemos el gallinerito para que salgan todos los pollitos, nos vamos a quedar en lo mismo. El problema es que no tenemos espacios, no hay disqueras, los medios ya no son amables, etcétera.
¿Es verdad que los artistas criollos son los peor pagados?
No es del todo cierto. Quizás Eva Ayllón lanzó esa expresión pues no siempre está en el país. Ella es mi compañera, mi amiga, y siempre aplaudiré su llegada con los jóvenes, su perseverancia.
¿Tenemos artistas y creaciones para llenar de criollismo nuestras radios, nuestras vidas?
Sí, pero en la radio está el famoso ‘playlist’, que lanza todos los temas que, supuestamente, la gente quiere escuchar. Entre ellos están Los Embajadores Criollos, Los Morochucos, ‘Chabuca’ Granda y, así, no se logra que entren los nuevos. Yo, poco a poco, estoy poniendo lo nuevo, pero entre la gente que maneja las radios aún persiste el prejuicio de que solo la gente mayor escucha música criolla.
¿Y no es así?
Yo nunca he dejado de trabajar en peñas porque esta es la mejor forma de transmitir nuestra música a los jóvenes. Cuando les pones un vals, Mal paso, Cuando llora mi guitarra, dejan el ‘treque treque’ (risas) y cantan a viva voz estas canciones, que nunca pasarán de moda, pero, créeme, hay cosas nuevas y buenas, pero hay que educar a los chicos con los clásicos, con El plebeyo, con La flor de la canela… Una vez que hagan esto, y ya con 25 años o más, buscarán la esencia del criollismo.
Estás en la radio, en la TV, en las peñas, en eventos en Asia, en Miraflores… en todos lados.
(Ríe). Ya quisiera. Debo agradecer que tengo trabajo, pero me doy mi tiempo: cuando me voy al Centro Cultural Breña me tienen que sacar (risas).
¿Te tomas tus tragos?
Soy de poco tomar; de poco, pero sí (risas). Los criollos somos así. Y, por eso, acabo de sacar Llévame contigo, un disco hecho con los Hermanos Valdelomar, quienes son extraordinarios, unos cultores de la música tradicional, aquella que aprendieron de sus padres. Y Carlos Castillo es nuestra nueva gran voz: alta, precisa, clara…
¿Estás enamorada?
He tenido muchas navidades, pocas noches buenas (risas). Esto de estar en la tele, en la radio, viajando, actuando, te quita oportunidades afectivas. Esto quizás ahuyente a los señores, porque ya no estoy para chicos (risas). Pero estoy tranquila, mi mamá me dijo que mejor sola que mal acompañada. Después de mi matrimonio, ya no quiero nada más pues las comparaciones son odiosas (risas).
AUTOFICHA
- Para mí, la mejor voz criolla es la de Lucy Avilés. Ella canta mejor que todas; es muy fuerte, muy criolla, muy tradicional. Además, investiga nuestra música.
- Admiro lo que significa Lucía de la Cruz en la música criolla. Su importancia no se puede negar, no se puede tapar con un dedo.
- Después de mi primer matrimonio, ya no quiero nada más. Me dedico a mi familia, pero mi peor castigo como criolla ha sido ella: nadie en mi casa canta (ríe).
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