El nuevo documental Believe, que protagoniza el ídolo juvenil Justin Bieber, resultó un fracaso en la taquilla norteamericana, ya que solo recaudó US$4,3 millones en su primera semana de estreno.
En cambio, su primera película Never say never recaudó US$29,5 millones en su estreno y US$73 millones como monto final en el año 2011.
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