A los gritos de “¡Eusebio, Eusebio!”, fue enterrado ayer el mítico futbolista portugués que falleció el domingo a los 71 años como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
Miles de lisboetas acompañaron el recorrido del cortejo fúnebre por las calles de la capital portuguesa y unos 10 mil aficionados del Benfica, incluidos los jugadores del primer equipo, se dieron cita en el Estadio de la Luz, donde el féretro dio una última vuelta al campo, tal como era el deseo de Eusebio.
Posteriormente hubo una ceremonia en la Iglesia del Seminario, y tras ello, el cuerpo de la ‘pantera negra’ fue enterrado en el cementerio de Lumiar.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.