Estados alterados

Fritz Du Bois, La opinión del director
Una imagen grotesca que presenciábamos los peruanos durante el periodo de terrorismo, que duró 15 años, fueron los perros muertos en los postes colgados por Sendero. Por ello, es una coincidencia que justamente ‘diez canes secos’ sea el origen medieval del apellido del político que, al ser sancionado, ha reaccionadocon un nivel de violencia verbal que desde la época del terror no experimentábamos.

En realidad, en lo que va de este Congreso, y a diferencia de los anteriores parlamentos, la Comisión de Ética está tratando de cumplir con su trabajo. Más aún, a la fecha han enviado 12 informes al Pleno y, de ellos, han resultado sancionados ocho parlamentarios. Incluso, los anteriores congresistas que fueron suspendidos, con la sola excepción de la ‘Robacable’, aceptaron la decisión sin mayor escándalo.

Sin embargo, el congresista Diez Canseco está culpando a todo el mundo de un supuesto ‘operativo’ que estaría buscando aniquilarlo, políticamente hablando. En dicha conspiración estarían desde la primera dama hasta diversos medios de comunicación –incluyendo este diario–, así como la mayor parte de los parlamentarios nacionalistas y, prácticamente, todas las bancadas de oposición. Al final quedarían pocos en el escenario político peruano que no hayan participado en este complot.

En todo caso, haría bien el legislador en cuestión en reconocer su error. El hecho concreto es que nunca transparentó el interés que tenían sus familiares en el proyecto de ley que presentó, por lo cual consideramos que es totalmente adecuado que haya sido sancionado.

Por otro lado, aún tiene una denuncia por haber intentado sorprender a otro congresista con la presentación de un informe que le dijo que había retirado, la cual está pendiente de investigación y bien podría recibir otra suspensión. Posiblemente su agresividad sea un intento de intimidar al resto de parlamentarios pensando en ese próximo caso.