Fritz Du Bois,La opinión del director
director@peru21.com
En realidad, la Iglesia Católica se ha alejado en muchos lugares de sus feligreses al crear una absurda distancia con ellos debido al exceso de pompa y de otros temas superficiales absolutamente innecesarios. De esa manera, los encargados de guiar a una religión que nació con el objetivo de cobijar al pobre, de proteger al débil y al desposeído, terminan siendo percibidos como distantes, como si estuvieran del otro lado, que no se acercan a los necesitados.
Por ello, hasta cierto punto no es sorpresa el fuerte crecimiento de otros movimientos como los evangélicos, quienes evidentemente sí realizan un gran esfuerzo para poder satisfacer a sus seguidores, asegurándose que les están dando lo que ellos están buscando.
Así que, desde el punto de vista del futuro de la Iglesia, parece haber llegado en el momento más adecuado el nombramiento de un Papa al que no le gustan los lujos, al que le da vergüenza sentarse en un trono de oro, que prefiere viajar en transporte público, que es hincha de un equipo de fútbol y que no requiere de multitudes vitoreando ni de cortesanos conspirando. Incluso, en su modestia encuentra embarazoso que alguien gaste dinero para ir a verlo al Vaticano y aclamarlo, prefiriendo más bien que sea donado.
Por otro lado, esperamos que el estilo campechano de Francisco sea adoptado por obispos y párrocos en general. Si ellos logran acercarse más a la gente, que esta se sienta cómoda de asistir a parroquias y templos, entonces la Iglesia Católica podría tener un impulso para intentar revertir la tendencia, que lleva muchos años, a la constante declinación de su rebaño.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.