Gianfranco Castagnola,Al.Mercado
gcastagnola@peru21.com
No puede ser más desacertada la norma que fija una multa de S/.1,850 para los jóvenes que, saliendo sorteados, no cumplan con el Servicio Militar. Primero, la norma convierte al Servicio Militar, que actualmente es voluntario, en obligatorio para quienes no pueden pagar la multa. Es, por ello, una norma discriminatoria. Segundo, revela una visión anacrónica donde el Estado puede obligar a un grupo de ciudadanos a trabajar gratis por un año. El argumento de que “se disciplinan y aprenden mucho” es falso. Esta evaluación la deben hacer los involucrados, que son quienes saben qué les conviene. Y la carencia de voluntarios indica que los jóvenes tienen claro que el Servicio Militar no les sirve y, por ello, prefieren seguir estudios universitarios o en institutos superiores, o empezar a trabajar. Es su opción, y el Estado debe respetarla. Si el Estado quiere reclutar soldados, que les pague, que los capacite de verdad y que les explique los beneficios. La época de la esclavitud ya pasó.
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