08.MAY Miércoles, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

Más de uno de los admiradores de EE.UU. debe estar sorprendido con la crisis que vive la administración Obama. Les resultará incomprensible que semejante superpotencia no puede pagar los gastos cotidianos de las actividades elementales de su gobierno. No se preocupen, solo se trata de un hecho político, plata no les falta, si les falta la fabrican y no es la primera vez que ocurre.

Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com

Ya pasó antes, en 18 ocasiones, desde 1976. Se trata de un chantaje político de los sectores más extremistas del Partido Republicano. Los que lo impulsan son las mismas personas que han impulsado el cierre de escuelas, hospitales, museos públicos y parques nacionales. Son aquellos que sueñan ver su nación en constante guerra y que justifican, sin pudor, el espionaje generalizado, las cárceles secretas y la utilización de métodos para obtener información que cualquier nación civilizada consideraría como tortura. Si ocurriera en otro país, seguramente EE.UU. calificaría a sus autores de ‘terroristas’ y consideraría que ese hecho, a 10 o 20 mil km. de su territorio, podría constituir un peligro para su seguridad nacional. Como ocurre en tierra propia parece, curiosamente, que no afecta esa sagrada teoría de la ‘seguridad nacional’.

“Un estudio del Center on Budget and Policy Priorities demuestra que el 55.8 % de la deuda actual la generaron los recortes fiscales, el costo de las guerras en Irak y Afganistán, los gastos de Bush hijo, el gasto militar y los recortes presupuestales de Reagan, mientras que las políticas de Clinton y Obama solo han contribuido a generarla en 28%”. Simultáneamente, EE.UU. se puede dar el lujo de que, entre 2008 y 2011, 26 grandes empresas no pagaran sus impuestos a pesar de haber registrado beneficios por U$205 mil millones.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.