El sodio es un elemento importante en las comidas. Sin embargo, es el exceso en el consumo lo que, poco a poco, favorecerá el desarrollo de enfermedades muy serias como la hipertensión.
El gran peligro de este mal radica en lo siguiente: eleva el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Según estadísticas a nivel mundial, los hipertensos tienen mayores chances de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Lo cierto es que no hay que tener una edad avanzada para recién preocuparse. Según Jesús Carrión, cardiólogo del hospital Arzobispo Loayza, hay jóvenes menores de 30 años que, debido al sedentarismo y a una dieta inadecuada, tienen grandes posibilidades de volverse hipertensos. Carrión afirma que se trata de una enfermedad crónica y silenciosa que afecta a más de un millón de peruanos. Ahora bien, una clave para evitar la aparición de este es mal es muy sencilla: disminuir el consumo de sodio.
Esto se logra al abandonar la comida chatarra, por ejemplo, así como los platos muy condimentados. Asimismo, es importante comer más frutas, verduras y pescado. La actividad física, por su parte, es también una necesidad. Bastan 30 minutos diarios de ejercicio moderado para estar en buena forma y propiciar el correcto funcionamiento del organismo. No se descuide.
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