Dr. Rodrigo Rondón,Opina.21
familia@peru21.com
¿Qué era? Se había tragado un hueso grande. Como si la mascota celebrara la Navidad, su dueño se lo había dado para que se entretuviera. Resultado: nadie vio que el hueso fue tragado por el animalito. Al otro día amaneció vomitando y al llegar a la clínica se le encontró un hueso que le obstruía el esófago. Se le realizó una operación y felizmente se le pudo salvar. Esta es una cirugía complicada, por lo que el animal requiere un par de días de internamiento. Después, cuando regresa a casa, debe seguir un tratamiento dado por el especialista que consiste en medicación a base de antibióticos y una dieta especial. Además, se evitará que realice ejercicios. El can debe ser revisado por el médico cada tres días hasta que sane completamente. Cuide siempre a su mascota, sobre todo en estos días de agitación por los festejos.
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