Luego que su expareja y antiguo representante Antonio de la Rúa la demandara por US$100 millones, la cantante Shakira puede respirar tranquila, pues el tribunal de Los Ángeles encargado de decidir sobre la batalla judicial que enfrentaba a los dos examantes selló el caso ayer jueves, desestimando la demanda y explicando que California era un foro inapropiado para juzgar un conflicto entre un ciudadano argentino y una ciudadana colombiana.
“Estoy muy agradecida por que los tribunales no hayan permitido que estos juicios sin fundamento prosperen. Yo he seguido adelante con mi vida, estoy en un momento feliz y espero que este acoso haya llegado a su fin”, indica el comunicado de la artista colombiana.
La batalla judicial comenzó cuando Antonio demandó a Shakira alegando que en 2004 acordaron oralmente que la cantante le daría una gran parte de la fortuna amasada a lo largo de su carrera musical, algo que según Antonio le correspondía por haber jugado un importante papel como socio y consejero a lo largo de la carrera de la artista, ayudando así a crear la marca ‘Shakira’.
Sin embargo, en documentos presentados al juez, Shakira alegó que firmaron un contrato en 2006 por el que ambas partes accedían a renunciar a su parte en las ganancias que cada uno de ellos obtuviera en el futuro. Aunque llegaran a este acuerdo, Antonio todavía se veía con derechos para reclamar dinero a la artista por el exitoso tema Hips Don’t Lie —una canción que en un principio no convenció a Shakira— y por el contrato de US$300 millones por una gira que él mismo negoció con Live Nation.
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