La actriz Scarlett Johansson dejó de ser embajadora de la organización caritativa Oxfam, que decidió que no podían seguir trabajando con una figura asociada a una marca que es criticada por su supuesta explotación a trabajadores palestinos.
En un comunicado, la organización caritativa explica que la razón del final de su relación con la artista se debe al comercial que grabó para la marca SodaStream, que iba a ser emitido durante el Super Bowl.
“El papel de Johansson promocionando la empresa SodaStream es incompatible con su rol de embajadora mundial de Oxfam”, dijo la organización que también indicó que la entidad “aceptó su decisión de renunciar” al cargo honorífico.
“Oxfam cree que empresas como SodaStream agravan la pobreza y la negación de los derechos de las comunidades palestinas que trabajamos para apoyar. Oxfam se opone a todo comercio de los asentamientos israelíes, que son ilegales bajo la ley internacional”, indicó la organización no gubernamental.
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