El actor Michael J. Fox confesó que se volvió adicto al alcohol cuando se le preguntó sobre cómo afrontó la noticia de que sufría el mal del Parkinson.
“Mi primera reacción fue comenzar a beber mucho. Yo solía beber en las fiestas, pero en ese entonces bebía a diario y solo. Lo hice por un año entero hasta que me cansé”, aseveró. Su esposa, Tracy Pollan, fue quien lo ayudó a salir llevándolo a Alcohólicos Anónimos.
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