Ser un héroe no es un juego

Superman aparece por primera vez en un cómic en el año 1938, Batman lo hizo un año después. Desde ese entonces, han sido varias las generaciones que han disfrutado de sus historias, las cuales han logrado traspasar los límites del papel. Dibujos animados, series de televisión y largometrajes se han encargado de prolongar la leyenda de estos héroes desde nuestra infancia.

Si algo ha cambiado desde la edad de oro de los superhéroes es la cantidad, calidad y variedad de productos que son lanzados al mercado y que han convertido a estos personajes en una franquicia mundial.

FÁBRICA DE SUEÑOS
Los juguetes, figuras de acción y vehículos en miniatura ahora no son solo exclusividad de los niños. La gran cantidad de fans de todas las edades de Batman y Superman ahora son exigentes en detalles y calidad.

Es por ello que las fábricas de juguetes han tenido que evolucionar y esmerarse en complacer a un público variado y hambriento de novedades. Por ejemplo, la legendaria compañía Mattel amplía constantemente su abanico de productos y actualmente ofrece no solo juguetes, sino también figuras de acción, juegos de mesa y vehículos a escala —los indiscutibles Hot Wheels—, adaptándose a la época y a los gustos de la gente.

RELIQUIAS DEL FUTURO
Los juguetes antiguos actualmente son objetos de colección y es probable que los juegos que ahora disfrutan los niños se conviertan en algunos años en reliquias que han logrado capturar con sus detalles esta época que, de aquí a unos años, recordaremos con añoranza. Superman y Batman ya están en el cine, en los supermercados y en las tiendas. Luego la moda pasará y ya no los veremos hasta la siguiente aventura. Pero mientras tanto esos pequeños héroes de plástico y metal no dejarán que los olvidemos.