César Salazar Laguna (asalazar@peru21.com)
Tras haber aprendido muchas lecciones en su vida, la conductora Gisela Valcárcel abre su corazón en plena promoción de su segundo libro, El éxito está en tus manos.
¿Por qué sentiste la necesidad de publicar este libro?
Fue una idea de editorial Planeta. Me convencieron para compartir todo lo aprendido. Gente que no conozco me está contando su vida en menos de 24 horas. Todas las personas tienen la posibilidad de cambiar su destino. Ya no me dejo llevar por lo que otros piensan.
Al leer una parte de tu libro me dio la impresión de que tenías carencias afectivas. ¿Te faltan llenar algunos vacíos?
Para nada. Hace siete años conocí a Dios y no volví a sentir ese vacío. Si las cosas no salen como yo quiero, entonces siempre habrá una lección.
¿Fuiste muy exigente en tus dos matrimonios?
Siempre pienso que, si alguien puede dar más, voy a estar al frente diciéndolo. Eso ha pasado en mi equipo. Hay personas que tienen que haber aprendido un poco luego de trabajar ahí. Yo intento encontrar gente muy apasionada.
¿Pero sentías que querías encontrar una figura paternal en tus romances?
Las personas que no tenemos un padre siempre vamos a echarlo de menos, pero no es el fin del mundo. Internamente reclamaba que me cuiden. Buscaba ese afecto. Pero ya me había convertido en una mujer y debía solucionarlo. Aprendí que él no está aquí y que puedo tener un buen recuerdo. No lo busqué más en otra persona. Todos tenemos un niño interno que tiene que aprender a madurar y no hacerse la víctima.
Tu hija Ethel comentó que sueles perdonar a todo el mundo. ¿No pecaste de confiada en varias ocasiones?
(Risas) Mi hija siempre tuvo mejor ojo que yo para algunas personas. Tenía razón… pero yo no lo considero pecado. No dejaré de ser confiada, porque nadie tuvo la oportunidad de reventar mi corazón… Puedo volver a saludar a alguien, pero todo tiene un límite y aprendí a elegir bien a mis amigos.
Incluso perdonaste a Roberto Martínez y a Magaly Medina.
Porque son seres humanos. Antes no lo hice porque estaba herida, pero después entendí.
¿Crees que reivindicaron tu imagen luego de que entrevistaste a Viviana Rivasplata, porque incluso Roberto declaró que te prefería a ti?
No le creo eso, a Roberto le encantaría, yo pienso. Me gustó hacerle una entrevista a Viviana y eso no cambia nada.
¿Hubo necesidad de eso?
Pienso que sí. Hay necesidad de decirle a la gente que nos podemos entender y que no se le puede juzgar a una persona de algo que no es cierto. Nadie me quitó nada. Al contrario, estoy agradecida porque me pasaron cosas buenas después de eso.
¿Te enamorarías otra vez?
Estoy completa, yo vivo apasionada y enamorada. No estoy buscando el amor.
¿Sientes que desviaste el camino en tu forma de hacer televisión? ¿Fue por la competencia con Beto Ortiz?
Sí desvié el camino y seguí la corriente. Me di cuenta de que estaba haciendo lo mismo, que se hacía un circo romano, se pedía sangre, y yo no soy así… Lo hice por la televisión y me dejé llevar. Decidimos cambiar y ser auténticos. Ahora hacemos lo que nos divierte y ha dado buenos resultados.
A veces Beto comentaba que ganaba en el ráting…
Es que no estoy a prueba. Creo que uno no debe salir a gritar cuáles son sus resultados, porque un día puede no irte bien.
¿Qué tan importante es el ráting ahora para ti?
Siempre es importante, pero, si mañana se apagan las luces, yo estaré agradecida. No voy a matar a una compañera para quitarle el ráting o mentir…No quiero perder el objetivo de ofrecer una televisión familiar.
¿Crees que iniciarás un nuevo enfrentamiento con Magaly si compiten en el mismo horario? ¿Pisarás el palito?
No, a estas alturas del partido ya no. No me enfrentaré con nadie. Si alguien me enfrenta, yo estaré preparada… No sé por qué eso pasa (las críticas). Quizás sea ella, quizás sea su canal. Tomaré sus consejos cuando sean pertinentes y no cuando sean descabellados.
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