La segunda esposa del ‘Rey del Pop’, Debbie Rowe, hizo grandes revelaciones en el juicio que la familia de Michael Jackson interpuso contra la promotora AEG Live por ser supuestamente la causante de su muerte.
Ella asegura que cuando dejó al cantante, en julio de 1997, él no era un adicto “sin control”, pues fue a rehabilitación y estaba abierto al tema.
Según el portal TMZ, Rowe dijo que Jackson era adicto a medicamentos 12 años antes de morir, y que al menos dos veces en los 90’ abusó de una sustancia similar al Propofol, pero que, cuando estuvo con él, nunca lo vio usar ninguna sustancia.
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