Por Roxana Tramontana
Todo indica que los deseos del gobierno para que el Perú ingrese al grupo de los países desarrollados de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) no se concretarán muy pronto, como consecuencia de la caída en el Ránking Mundial de Competitividad, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), que deja al país prácticamente fuera de carrera.
En el último informe del WEF, se observa que el Perú pasó del puesto 61 al 65, de un total de 144 economías. Cuando se analiza el reporte, el peor desempeño se da en el rubro institucional, además de los sectores de infraestructura, educación superior y capacitación, e innovación.
En total, en el documento se consideran 12 pilares, cada uno de los cuales cuenta con distintos indicadores, que se evalúan en una escala del 1 al 7. A mayor valor, mejor es el desempeño de cada indicador.
POR SECTORES
La pobre performance del pilar institucional se debe principalmente a la discrecionalidad del gobierno del presidente Ollanta Humala, la cual se refleja en la baja calificación de los siguientes indicadores:
- Favoritismo de las decisiones oficiales del gobierno con 2.7 puntos
- Despilfarro en el gasto con 2.4
- Carga de la regulación gubernamental con 2.7 puntos
Para el economista Carlos Adrianzén, una de las razones de que se haya generado esta situación es la burocracia. “El gobierno tiene la capacidad de decidir, pero, ante la incomodidad de correr riesgos, traba el accionar de reguladores, ministros, etc”, precisó.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Luis Salazar, señaló que este retroceso debe ser una llamada de atención para el gobierno, para que tome las acciones para rectificar la situación, que afecta al país y a las empresas.
“Hemos perdido nueve posiciones en el pilar de instituciones. Yo creo que ese es el principal sitio donde tenemos que trabajar. Va a ser muy difícil que un país sin institucionalidad pueda seguir avanzando en el ránking”, advirtió.
Otro tema importante que se debe mejorar, explicó, es el vinculado al tributario o impositivo, donde el Perú perdió 35 puestos, y, para el empresario, se debe a los efectos que tienen los impuestos en el incentivo a la inversión.
Por otro lado, el WEF resalta que el Perú no mejora en infraestructura y alerta sobre la pobre calidad de la misma. En carreteras, por ejemplo, el desempeño es de 3.5 puntos, mientras que en infraestructura ferroviaria la calificación es de 1.9 puntos.
MÁS ÁREAS
En el sector clave de educación, donde el Ejecutivo se ha comprometido a invertir más, resalta la baja calificación en el indicador de la enseñanza primaria con 2.3 puntos.
En enseñanza superior y capacitación, la situación no es mejor. La *calidad del sistema educativo tiene 2.5 puntos *y la calidad de la educación en ciencia y matemática solo alcanza 2.3 puntos.
Respecto a innovación, los indicadores más bajos son los de gasto de compañías en desarrollo e investigación, con 2.6 puntos, y calidad de las instituciones de investigación científica, con 2.9 puntos.
El informe considera tres etapas de desarrollo. En el caso del Perú, está en la segunda (eficiencia), al igual que Colombia y Paraguay. El resto de países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay) está en transición a la tercera (innovación). Solo Bolivia está en transición a la segunda.
En general, el descenso del Perú es una mala noticia, pero debe significar un reto para desarrollar los campos en los que el país está en ‘rojo’. La corrupción y las regulaciones laborales fueron pilares donde se consideró que hay serios problemas.
En el ránking, Suiza ocupa el primer lugar y es seguido por Singapur, Estados Unidos, Finlandia, Alemania, Japón y Hong Kong.
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