Para el economista Roberto Abusada la posible compra de La Pampilla, a la que llamó “fierros viejos”, no tiene pies ni cabeza y, lo peor de todo, no es el daño económico al país, sino más bien el daño que se haría a la confianza de los inversionistas internacionales por la intervención estatal en Repsol.
“Más que el daño de los 2 mil millones de dólares (costo que tendría la refinería) es un daño a la confianza. Cae la confianza, cae la inversión y nos vamos al tacho todos. Aquí hay un tema ideológico (…) En realidad es una pena porque ese dinero se podría gastar en otra cosa, pero más importante es la señal que se está dando”, afirmó Willax TV.
Abusada comentó la explicación del ministro de Economía, Miguel Castilla, sobre la evaluación que estaría realizando su cartera acerca de la compra de La Pampilla. “¿Por qué tiene que dar tantas explicaciones? Lo que me extraña realmente es que mi amigo Miguel hable de analizar, esto no resiste análisis, claro que el análisis se va a hacer en otro ministerio, el de Energía y Minas”, añadió.
“¿Cuánto vale la Pampilla? No vale nada, cero o menos de cero (…) Tiene una deuda muy grande, que tendrá que asumir el Estado y, además, por ley del Estado tiene que invertir algo así como mil millones de dólares en quitarle el azufre al petróleo que hoy envenena a todos los peruanos”, expresó.
El economista del IPE dijo que la industria de refino en el mundo está con problemas por exceso de capacidad. “Todo el mundo se está tratando de deshacerse de las refinerías. No hay ninguna que pueda emitir papeles que no sean papeles basura, todas tienen rating negativo. Si compras una acción, si vas donde tu asesor de la AFP ya vino alguien que le dijo vender, vender, vender, no comprar, ni siquiera mantener. Todas las refinerías están en el ramo de vender”, mencionó.
Abusada aseveró que el dinero no saldría de Petroperú sino directamente de los contribuyentes, de los recursos que se tendría que usar en seguridad pública, en educación y salud. Anotó que el motivo de la intención de compra no son los chilenos, no seguridad nacional ni tampoco es problema los 2 mil millones de dólares. Aseguró que acá hay un problema ideológico, una visión leninista, stalinista que ya falló en el mundo.
“No me extraña del presidente Humala porque él tiene una concepción que no la voy a criticar, de presencia del Estado en la producción. Él dijo algo que estoy de acuerdo, en que necesitamos algo más balanceado (…) Pero se ha entendido, como él entiende, participar en la producción, cuando en realidad lo que necesitamos nosotros no es gastar dos mil millones de dólares en unos fierros viejos sino necesitamos más policías, más médicos y enfermeras, y más profesores”, indicó.
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