Las cadenas de supermercados en Argentina acordaron congelar sus precios por dos meses en un intento por controlar la inflación, luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtiera al país sobre sus métodos para medir el aumento de los precios.
El FMI emitió el pasado viernes una “declaración de censura” al país sudamericano por no ofrecer transparencia en sus métodos para medir la inflación y advirtió que podría ser expulsado de la organización de no cumplir sus obligaciones.
Tras la advertencia, que sienta un antecedente crediticio negativo para Argentina si quiere solicitar un préstamo ante el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el gobierno de Cristina Fernández y la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) acordaron congelar los precios –incluidas las ofertas– hasta el 1 de abril.
“Es un acuerdo voluntario que realizan las grandes cadenas y apunta a frenar las expectativas inflacionarias. Si son convocados los supermercados de la cámara veremos. Esto es en las grandes cadenas, de las Asociaciones de Supermercados Unidos”, dijo Fernando Aguirre, presidente de la Cámara Argentina de Supermercados.
“Hay tres grupos de supermercados: cadenas grandes, supermercados argentinos y los orientales”, añadio Aguirre.
El acuerdo lo firmaron representantes de diversos supermercados y la Secretaría de Comercio Interior argentina. Las cadenas incluidas en el convevio son Coto, Carrefour, Jumbo, Disco, Libertad, Vea, La Anónima y Wall Mart, que representan la venta de más del 60% de alimentos y bebidas.
“En 60 días es muy difícil anclar la expectativas inflacionarias, que es el principal problema del alto costo de vida en Argentina”, dijo a la agencia AFP Soledad Pérez Duhalde, coordinadora de Análisis Macroeconómico de la consultora Abeceb.com.
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