Aunque la está rompiendo en el Atlético Mineiro, donde concentra 48 horas antes de cada partido, Ronaldinho no ha dejado sus juergas y ahora las monta en casa. El crack sabe que así puede burlar a los hinchas de su equipo, que recorren locales nocturnos de Belo Horizonte a la caza de algún jugador descarriado. El diario O Estado de Sao Paulo dice que en la mansión de ‘Dinho’ no faltan ni trago ni mujeres, cinco por cada amigo. Las ‘chicas’ son ‘importadas’ de Santa Catarina y cobran 1200 euros por participación.
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