Por Francisco Cairo (fcairo@peru21.com)
El ‘Diamante’ no deja de brillar aunque pasen los años. A sus 57 años, Julio César Uribe sigue siendo un personaje esencial en el fútbol peruano. A nivel dialéctico, no amaga como en la cancha. Va de frente para decir lo que piensa y siente, sin ambages. Aquí nos habla de la selección, de Claudio Pizarro, de Manuel Burga y de sus anécdotas de vida. Imperdible.
En el Apertura, a San Martín le expulsaron 14 jugadores en 15 partidos. No es normal. ¿Hubo una persecución?
No solo es anormal sino lesivo. Expulsaron a los jugadores, al técnico, al preparador físico, al doctor. El club presentó las evidencias y demostramos que el arbitraje no fue imparcial, pero los periodistas dijeron ‘Uribe se queja’. A mí me toca cargar esa cruz, y lo hago porque soy un hombre de lucha y no le tengo miedo a nada.
¿Se equivocó Uribe?
No. Yo no le digo a mis jugadores mete patadas, haz tiempo, ensucia el juego. Si me expulsan es por defender a mi grupo cueste lo que cueste. No son reacciones testiculares o biliares. Y en cuanto a mis jugadores, ellos soportaron el 95%, pero en el 5% ya no pudieron, es un principio de causa y efecto.
¿Nuestro fútbol es honesto?
Es difícil responder eso, no puedo hablar por los demás. Sin embargo, he visto cosas increíbles. En mi caso, siempre traté de actuar honestamente.
¿Fue deshonesta la manera en que te sacaron de la selección?
Me sacaron mal, fue de novela. Yo hice bien mi trabajo. En esa Copa América 2007 goleamos a Uruguay y pasamos a la siguiente ronda. Pero los dirigentes deciden y alguien como yo, que no negocia con el sentimiento de la gente, a veces incomoda.
¿Te dolió que Del Solar se reuniese con los dirigentes cuando estabas a cargo de Perú?
‘Chemo’ es buena persona, pero equivocó las formas y no respetó al que estaba. Si a mí me buscara el Aurich, ten por seguro que llamaría a Roberto Mosquera para contarle.
¿Tus equipos juegan bien?
Juegan bien. En 22 años cumplí los objetivos donde estuve, y siempre llegué a resolver problemas. El fútbol es uno solo, y jugar bien es manejar tiempos, estructuras, controlar el juego y hacer goles. Lo demás es un juego de palabras.
Hoy se habla mucho de Bielsa, intensidad, presión, como si fuera la única vía para ganar. ¿Es un cuento esto?
Pienso que sí. Los que mienten y venden humo son muchos y los que trabajan son algunos. A mí no me pueden contar cuentos. Yo jugué en Europa y no me sorprende nada. Te voy a dar un ejemplo: uno no puede manejar un carro a la misma velocidad; así tengas un Ferrari, te vas a estrellar. Si hay un paso libre y puedes correr, corre. Todo es manejo de tiempos: saber cuándo, dónde, cómo y a quién presionas.
¿Te ilusiona dirigir a Cristal en 2015?
Ilusión tenía de joven. Como técnico me trazo objetivos. Yo sabía que iba a dirigir a Perú porque soy bueno. Decir eso en mi país es ser soberbio, pero en Europa lo llaman personalidad. Si dirijo Cristal, será porque mi hoja de vida es impecable, no porque soy hincha o gloria del club.
¿Te adaptarías al estilo del que habla Cristal?
Yo no puedo jugar como Bielsa, sería absurdo, sería humo. En el fútbol no hay monstruos de dos cabezas. Yo siempre llegué para resolver problemas. Ya llegará el momento en que me digan qué jugadores quiero para campeonar, bicampeonar o tricampeonar.
Concentrar es una palabra ‘maldita’ en la selección, pero tú lo haces en tu club.
Concentración no es rigor sino una necesidad del momento. Una vez, en mi primera etapa en la selección, cuatro jugadores me buscaron para decirme que cinco días de concentración era demasiado. Yo no utilizo el método impositivo, sino persuasivo, así que bajé a cuatro. Claro, ellos querían concentrar solo uno. Pero les dije que no.
¿Concentrar menos que los rivales nos ha pasado factura?
En la suma te perjudica. Un equipo puede tener cualidades, pero las inconsistencias te impiden llegar. Yo nunca le he dado la derecha a quienes quieren manejar. A uno no se le remunera para hacer lo que le venga en gana. Los jugadores de San Martín han concentrado 45 días. Hay que ser profesional.
¿Los jugadores de la selección, por lo general, tratan de que los técnicos se adapten a ellos?
Hay mucha rosca, yo he visto muchas argollas y grupitos, cómo el Perú se ha ido jodiendo. Yo lo he vivido, por eso trato de que no sea así. El deseo de cuatro o cinco que se sienten dueños del grupo no puede prevalecer sobre el interés de todos.
Hemos tenido técnicos débiles frente a los referentes…
Los técnicos que he tenido no tenían ni puta idea de manejo de grupo, con eso te digo todo. Los técnicos no tienen nada que negociar.
De lo contrario Uribe habría sido indiscutible en el Mundial de España ’82.
Así se simple. Entonces hubo ausencia de liderazgo, intereses personales, intereses dirigenciales, parte de la historia del fútbol peruano que no es grato recordar. Si hoy no modificamos esas cosas, seguiremos recogiendo lo mismo que en los últimos 32 años.
Hoy parece que el éxito del jugador es tener plata. ¿Algunos se sienten todopoderosos?
El éxito es tener plata, je. Ese es el submundo, pero en verdad el éxito es sentirte feliz, el dinero es accesorio. Si se sienten todopoderosos es porque se les permite. Les tienen temor. Algunos técnicos débiles lo sienten así.
A los 36 años, Claudio Pizarro sigue en la selección. ¿No debería dejar paso a otros?
Es un tema delicado. Tiene ascendencia y profesionalismo, pero su curva productiva ya no es la que corresponde. No hay que hacer de nadie alguien inmortal; de lo contrario, Klose, el goleador de los mundiales, no habría sido suplente de Müller.
Cuando Juan Vargas se fue de Lima, tras un partido eliminatorio, dijo que solo importa lo que pasa en la cancha.
No es así. Está equivocado quien cree que alcanza con tener cualidades. Siempre falta algo.
Vargas no tuvo un buen comportamiento en el anterior proceso, ¿hasta cuándo hay que darle oportunidades a un jugador?
Eso ya depende del entrenador. Por un tema de edad, yo le di una muy buena oportunidad a Jean Deza. Ahora está madurando en Francia, pero estuvo siete meses en la reserva de San Martín, fui duro con él. Igual con Hernán Hinostroza. Hablé con él y le dije que se iba a otro lado si se equivocaba. Hay que ser claro y no permitirle al jugador que siga en lo mismo.
Oblitas me dijo que hay un menosprecio por el DT peruano en nuestro país.
No lo interpreto así, pero falta información en otros espacios del fútbol y también en los dirigentes, no puedes subestimar a tu propia gente. Sus razones tendrán los dirigentes para haber elegido a Pablo Bengoechea. A mí no me interesa que esté fulano o mengano, a mí me interesa que la gente de mi país esté feliz porque soy peruano y amo a mi país.
Amas a tu país como a tus hijos. Te lo digo por cómo defendiste a Edson por sus pocas oportunidades en Alianza.
Hay un vals hermoso, ese que dice ‘todos vuelven al lugar en que nacieron’ (canta). Yo he vivido 19 años fuera de mi país y no me he torcido. Un buen padre defiende de por vida a sus hijos; si no eres buen padre te llega a las pelotas.
¿Sigues soñando lo mismo que tus hermanos?
Ya no, pero siempre hay contacto con ellos, que están en Los Ángeles con mi mamá. De niños soñábamos lo mismo porque los seis dormíamos en la misma cama. Somos tres hombres y tres mujeres, y yo fui el único privilegiado con el fútbol. La gente dice que el fútbol es más difícil ahora que antes, pero están equivocados. Hoy es más fácil porque el jugador tiene mucha información, algo que no teníamos en mi época.
¿Cuál fue tu mayor error en el fútbol?
El que tuve en el Cagliari. No acepté la decisión del entrenador por un tema de justicia. Yo había sido el mejor extranjero de la primera rueda, y eso que estaban Maradona y Zico, pero el técnico prefirió a su engreído. Cuando me recuperé de una lesión esperaba volver al equipo, pero el entrenador no me puso y no lo acepté. Y yo creo que debe jugar el que mejor está.
¿Es tan evidente que uno está mejor que otro? Tal vez a un técnico le gusta más un jugador que corre más.
Por supuesto que es evidente. Si fuera como dices creo que no habría conseguido mis objetivos. Esto es de regularidad; si otro lo hace mejor, ese jugará. Competencia día a día, eso hace crecer a todos. Igual, en Italia organicé una comida y ofrecí disculpas, me quebré. A mí me querían todos los grandes después de los primeros seis meses; luego empezaron a decir que era indisciplinado, algo que nunca fui.
El otro día te vi bailando el ‘ras tas tas’
Ja,ja, me pillaron. Me gusta la música, la salsa, el merengue, el vals, también el ‘ras tas tas’. Y además cocino un poco. Hago un sudado espectacular, es el ‘10’. Y mis pastas son buenísimas. Me divierte todo eso, no le hago daño a nadie.
¿El fútbol te dejó amigos?
La gente de mi generación, Roberto Mosquera, ‘Panadero’ Díaz, Barbadillo, La Rosa, Navarro, Malásquez, Leguía… Con Juan Carlos (Oblitas) las cosas se han arreglado y con Teófilo (Cubillas) igual, no hay problema con nadie. Si uno tuvo algún problema, son etapas de vida.
¿Los tres mejores que viste en el fútbol peruano, sin contarte?
Claro que sin contarme. Yo era hincha de Julio Baylón, y Cubillas fue un brillante jugador. Oblitas y Barbadillo, los mejores punteros que tuvimos, sin olvidar a Muñante. El ‘Cholo’ Sotil encarnó una época de oro; Chumpitaz, el mejor defensa que vi en la historia; Jaime Duarte, un gran lateral.
¿Fuiste mejor que Cubillas?
Eso no lo puedo decir yo. Solo sé que hice me trabajo y no me siento dueño de la historia. Soy parte de la historia, no me siento Dios.
Volviendo al fútbol, ¿debemos olvidarnos de Rusia 2018?
Yo pienso en lo que viene. Futbolísticamente Perú tiene las condiciones y las cualidades, pero somos inconsistentes en temas de mentalidad, conducta, falta de descanso. El técnico sabrá qué hacer para que esas inconsistencias desaparezcan y poder pelear partido partido con opciones de ganar y buscar la clasificación. Si somos consecuentes en el trabajo, podemos pelear. Chile o Colombia, jugando de igual a igual con Brasil, le están dando un mensaje a Sudamérica. Algunos hablan que tenemos muchos jugadores jóvenes, pero yo jugué la eliminatoria con 23 años.
¿Burga es inmortal?
Tendrías que preguntárselo a él. Yo no voy a hablar de Burga porque soy respetuoso y agradecido. Pero sí te puedo decir que debería reflexionar para cambiar. Cuando uno se siente dueño de la verdad está jodido.
¿Se puede ser optimista si hablamos de una FPF aislada, que no busca consenso, que no tiene liderazgo, con una estructura desfasada?
Es difícil serlo, está claro, pero en la vida hay esperanza. Si los infelices con algo de poder no entienden que tienen la posibilidad de cambiar y ser mejores, yo no puedo hacer nada por ellos. Si alguna vez tengo la posibilidad de manejar otras cosas, no tengan duda de que el cambio estará garantizado.
¿Piensas en la selección o en la política?
Todos quieren una revancha, yo no soy una excepción, pero hay que ser consecuente con tu etapa de vida. En cuanto a la política, tal vez cuando deje el fútbol. Me han llamado tres agrupaciones y a mí me gustaría ayudar a los que no tienen. Sin embargo, retirarme del fútbol no está cerca. Tengo demasiada energía.
Competiste en los Guantes de Oro. ¿Es verdad que le pegaste a José Velásquez?
Participé en tres peleas y las gané. De chico era mechador. Que yo recuerde, nunca me ‘acuñaron’ (pegado). Con José (Velásquez) no llegamos a agarrarnos, pero fui para el frente. Me gusta el box. Pregúntale a los jugadores, a ‘Caramelo’ Zegarra o a Johnny Vegas, con quienes me topé en un recreativo.
O sea, pa’ bravo, Uribe
Bueno, yo me río de esa parodia, pero soy bravo. Y cuando tengo que ser malo, soy recontra malo, jaja. Si me buscan, me encuentran.
¿Es verdad que una vez fuiste amigo de lo ajeno?
Por cinco minutos fui choro. Mis amigos del barrio me indujeron y bolsiqueé a una persona. Era rapidísimo.
¿Se perdió un gran valor?
Jaja. Fuera de bromas, fue una palomillada de un niño de 10 años. Luego fui a los brazos de mi mamá y le conté llorando. Tuve que doblar tubos para pagar mi error. Y mi papá, que ya estaba separado de mi mamá, me sacó la m… Nunca más, me corregí.
SABÍA QUE
- Uribe cree que es difícil ser optimista con una FPF alejada de todos. “Si los infelices con algo de poder no entienden que pueden cambiar y ser mejores, no puedo hacer nada por ellos”.
- Tres grupos políticos lo han buscado. “Me gustaría ayudar, pero será cuando deje el fútbol”.
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