La tranquilidad que reinaba en el Hotel Westin, en San Isidro, se rompió luego de que un centenar de curiosos e hinchas argentinos hicieron guardia a la espera de obtener una foto o un autógrafo de los jugadores albicelestes.
Pero, sin dudas, la mayoría llegó hasta ahí para ver, aunque sea por un instante –y de lejos–, a Lionel Messi, el astro del barcelona y el mejor futbolista del mundo en la actualidad.
Un pequeño grupo de adolescentes argentinos que radican en nuestro país estuvo desde muy temprano en los exteriores del hotel y tuvieron la suerte de ingresar al búnker argentino a la espera de tener un encuentro con la ‘Pulga’, pero a las justas pudieron obtener la rúbrica del delantero Hernán Barcos, quien estuvo por el hall. El resto del plantel estuvo en el cuarto piso.
También hubo fans enamoradas, algunas de Messi, así como también del ‘Pipita’ Gonzalo Higuaín y del ‘Fideo’ Ángel Di María. Cerca a ellas estuvo el pequeño Angelo Loayza de seis años, quien –vestido con el uniforme del Barcelona y con un corte parecido al de la ‘Pulga‘– escribió una carta que esperaba entregársela al crack azulgrana.
En tanto, la selección argentina se ejercitó cerca de una hora en el gimnasio del hotel, ante la mirada de los hinchas que esperaron en vano ver a Messi. Higuaín fue uno de los pocos jugadores que se asomó a la ventana para saludar a los curiosos. Al mediodía llegó a la concentración el golero Oscar Ustari, tercer golero, quien acababa de arribar desde Buenos Aires, ya que el domingo atajó con Boca Juniors ante Argentinos.
Y como para estar al tanto de la información, Julián Camino, asistente de Alejandro Sabella, mandó a comprar todos los diarios.
Frente a la concentración argentina los obreros que trabajan en la construcción de un edifico se contagiaron del ambiente futbolero y lanzaron unas urras a favor de Perú mostrando la bandera nacional.
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