Andrés Iniesta: ¿Por qué fue tan ovacionado en Cornellá?

El 8 de agosto de 2009, Dani Jarque, capitán del Espanyol, falleció repentinamente en la habitación del hotel donde el equipo se alojaba en Florencia (Italia), por motivo de la gira previa al inicio de la temporada de liga.

El doctor Cervera practicó al jugador la reanimación cardiopulmonar (RCP) y se hizo uso del desfibrilador, que confirmó que se trataba de una asistolia no desfibrilable.

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A los pocos minutos, llegó la primera ambulancia de los servicios de urgencias de Florencia, que realizaron un nuevo intento con el desfibrilador y que volvió a constatar una asistolia no desfibrilable.

La pérdida del jugador del Espanyol causó congoja no sólo en los hinchas de su equipo, sino también en el fútbol español y de todo el mundo.

Un año después, la selección española disputaba la final del Mundial de Sudáfrica ante Holanda y en el tiempo extra, mientras el partido estaba igualado 0-0, Andrés Iniesta recibió un pase de Cesc Fábregas para anotar el gol del triunfo y del título mundial.

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Durante la celebración, el jugador del Barcelona no dudó en sacarse la camiseta y mostrar en el polo que llevaba debajo, una inscripción que decía “Dani Jarque, siempre con nosotros”, recordando a su ex colega.

Una imagen que quedó y quedará en la retina de todo hincha español y sobre todo del Espanyol. Desde ese día, en cada derby catalán disputado en Cornellá, no duda en recibir con una gran ovación a Andrés Iniesta, aquel héroe que recordó a su capitán en el momento más histórico del fútbol español.