NN, por David Flores-Hora [Opinión]

“Aquí no se encuentra ninguno de los 13,721 desaparecidos registrados durante la guerra interna del Perú” es el enunciado del proyecto (1x1) de Alfredo Márquez. Este es uno de los productos culturales más radicales que hacen alusión a los miles de desaparecidos durante la desgracia peruana de los últimos 35 años.

Queda claro que la disolvencia del cuerpo, la desaparición literal de un ser humano, es el más grande genocidio no resuelto que nos ha tocado vivir como sociedad.

En este contexto, la película NN de Héctor Gálvez surge como un interesante relato que, desde la ficción, nos cuenta el sentimiento de ausencia de las familias de desaparecidos, como el del personaje de Graciela (Antonieta Pari). Además, la burocracia y el desinterés efectivo del Estado que enfrenta el antropólogo forense Fidel (Paul Vega).

A partir de una fotografía encontrada en una exhumación, esta cinta relata una historia cruda y oscura. Esta película es una búsqueda de fantasmas reales y que podrá verse desde el 17 de setiembre en cines.